Abstract

resumen:

El presente artículo estudia la relación hombre–naturaleza en dos documentales cubanos de la década del 60. Se contrastan Ciclón (1963), de Santiago Álvarez, y Ociel del Toa (1965), de Nicolás Guillén Landrián, para revelar dos concepciones emergentes en la Cuba revolucionaria. Pretendo demostrar que mientras Ciclón legitima una lógica de dominación de la naturaleza en sintonía con la proyección moderna, Ociel del Toa expone una síntesis entre lo humano y lo no-humano que desafía la visión dominante en el Estado cubano. Para corroborar esta tesis, me apoyo en las ideas de Boaventura de Sousa y Walter Mignolo sobre las epistemologías del Sur y el sistema mundial moderno/colonial, respectivamente. Además, retomo el concepto de "superhombre" delineado por Bolívar Echeverría.

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