Lupe Under the Sun dir. by Rodrigo Reyes (review)

Lupe Under the Sun del director Rodrigo Reyes es una cinta que retrata la vida de un inmigrante mexicano de nombre Lupe (Daniel Muratalla) en el valle central californiano. Esta es la segunda película del director; su primer filme, Purgatorio: un viaje al corazón de la frontera (2013) también aborda temas de migración. Lupe, el protagonista de la película, lleva una estricta rutina de levantarse a las cuatro de la madrugada para ir a recoger duraznos cargando una escalera de aluminio. La historia inicia con la voz de una niña, su nieta, que habla del abuelo que no conoció porque se fue al otro lado de la frontera. La inercia del hombre se empieza a resquebrajar cuando experimenta problemas de salud. Despierta en las mañanas con sangre en la nariz y le avisan en una clínica que tiene presión alta y sobrepeso. El hombre miente al doctor diciendo que no bebe alcohol, aunque a lo largo de la cinta lo hemos visto consumiendo latas de cerveza. Lupe se ha dado cuenta de que ha trabajado todos estos años para juntar un puñado de dólares que oculta en la estufa, y ahora se encuentra cansado, envejecido y enfermo. Su única esperanza es regresar a México, aunque sabe que su familia lo ha olvidado porque él tampoco ha hecho nada por contactarlos.

Lupe tiene una relación con Gloria (Ana María Muratalla) a quien visita por las tardes con una rosa en la mano y montado en su bicicleta de tres llantas. Gloria es su compañera en este lado del exilio, ella es también una mujer solitaria que, como él, ha abandonado su pueblo y su familia en busca del "sueño americano". Sin embargo, Lupe se empieza a alejar de ella y también de su trabajo. Su empleador le dice, cuando lo encuentra en medio de la calle: "¿Por qué no viniste a trabajar?, yo no quiero gente así". Esa puede ser una de las frases claves de la cinta, cuando el inmigrante se enferma o su cuerpo deja de funcionar es entonces cuando se expone el reverso del sueño, la pesadilla americana. Su única moneda de cambio en el país de las oportunidades era su salud y movilidad, pero ahora que su cuerpo está a punto del colapso, se ha quedado sin nada. En una escena, Lupe saca sus pocas pertenencias de su apartamento: una mesa, un ventilador, una televisión, un colchón y los va rematando poco a poco, hasta quedarse sin el sombrero que portaba con orgullo, también su bicicleta que aseguraba con una cadena ha sido robada.

Técnicamente la película captura la dura rutina de los trabajadores agrícolas, el sonido del despertador a las cuatro de la mañana, el personaje cocinando tres huevos inmersos en un sartén con aceite, un almuerzo donde incluye una cerveza de veinticuatro onzas. En los volantes informativos de la película la definen como una cinta "neorrealista", por su interés en las condiciones de la clase trabajadora y la utilización de actores no profesionales. El director de fotografía, Justin Chin, logra cuadros poéticos memorables que humanizan al personaje. Por ejemplo, vemos a Lupe andando dócilmente en su bicicleta entre moles de concreto y triángulos de luz; a Lupe cruzando su bicicleta sobre dos rieles tornasolados; o la pareja de María y Lupe acariciando sus manos bajo un árbol recortado de sombras ante el atardecer. La ciudad de Merced, California, es el escenario de sus recorridos en bicicleta, una ciudad en el valle central y que es sede agrícola y también hogar de varias comunidades migrantes. En uno de los paseos, Lupe atraviesa por la banqueta una serie de casas adineradas donde se escuchan las risas de niños jugando en sus patios. Lupe aparece en calma en sus rutinas de hombre solitario, por ejemplo, cuando disfruta de un helado en...