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  • Nota del Editor
  • Alejandro de la Fuente

En mi última nota editorial destacaba que, a sus cincuenta años, Cuban Studies enfrenta el reto de llegar a un mayor número de lectoras y lectores en la isla, especialmente dadas las limitaciones de acceso a publicaciones que se diseminan fundamentalmente a través de bases de datos y proveedores digitales que, como JSTOR o Project MUSE, implican el pago de subscripciones institucionales. Esta ha sido una preocupación fundamental de nuestro comité editorial. Me es grato anotar hoy que, gracias en gran medida a la iniciativa de uno de los miembros de nuestro comité, Julio Fernández Estrada, destacado estudioso de temas legales, la plataforma digital independiente elTOQUE publicó una reseña de los números 48 y 49 de la revista, ofreciendo una descripción crítica de sus contenidos para los lectores cubanos. Es un paso modesto pero fundamental en nuestros esfuerzos por llegar a colegas, lectores y estudiantes en la isla. Damos gracias al editor general de dicho medio, José Jasán Nieves, por haber acogido esta sugerencia con el entusiasmo y seriedad que caracterizan a ese medio. Seguiremos trabajando en ello.

Una serie de eventos académicos marcaron los sesenta años del proceso revolucionario cubano. Los mismos permitieron que un grupo creciente de investigadoras e investigadores jóvenes (muchos de ellos todavía en proceso de escribir sus tesis doctorales) presentara sus resultados y proyectos, que en muchos casos evalúan la experiencia cubana desde ángulos novedosos y diversos. La nueva historiografía social y cultural de la revolución está marcada por su interés en capturar experiencias de vida que han sido previamente ignoradas y, también, por trascender el espacio habanero como el marco de referencia de los estudios cubanos. Pero hay algo más que la caracteriza, algo que vale la pena destacar. Estos estudios están basados en investigaciones de archivo caracterizadas por la seriedad y la imaginación, por el uso de fuentes poco conocidas aun por estudiosos y especialistas. Esto es muy importante hacia el futuro, porque muestra que a pesar de los obstáculos administrativos y logísticos que enfrentan las y los investigadores que trabajan sobre la Cuba post-1959, es posible acceder a dichas fuentes y que las mismas existen. Estos estudios representan, entonces, una invitación para continuar profundizando en el estudio de la revolución cubana más allá de los gastados (y aburridos) parámetros de la guerra fría y de las estridencias nacionalistas que la misma generó.

El dossier que presentamos en este número nació de uno de esos eventos, en el que historiadores jóvenes de diversas latitudes—de Montevideo a [End Page ix] Helsinki—se reunieron en la Universidad de Nueva York para compartir sus resultados, recabar comentarios de colegas más establecidos (en Cuba hubiéramos dicho, simplemente, "viejos") y comparar notas sobre archivos, fuentes y metodologías. La calidad e interés de muchas de las presentaciones hizo posible este dossier, que se me antoja como el mejor primer paso posible hacia nuestro segundo medio siglo. Hacemos el tránsito de mano de estas jóvenes, que son el futuro de nuestro campo de estudios. Esta apreciación aplica no solo a los y las autoras del dosier, sino virtualmente a casi todos los artículos contenidos en el volumen, muchos de los cuales han sido producidos por autores que están en proceso de completar sus doctorados (o los han completado muy recientemente). A nombre de nuestro comité editorial, felicitamos a esta nueva generación de colegas y celebramos el hecho de que hayan escogido a Cuban Studies para publicar los que, en muchos casos, son sus primeros trabajos.

La sección de fuentes, originalmente propuesta por la infatigable Lillian Guerra, se sigue consolidando como una de las más interesantes de la revista. En este número publicamos dos testimonios muy valiosos. El primero narra las experiencias de Julián Torres Rizo, quien fuera embajador cubano en Granada durante el periodo en el que el Movimiento de la Nueva Joya, liderado por Maurice Bishop, gobernó ese país. Un momento crucial para Cuba...

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