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BOOK REVIEWS Crosby, James O., ed. Nuevas cartas de la última prisión de Quevedo. Estudio, edición crítica y anotaciones. Woodbridge: Tamesis, 2005. HB. 496 pp. ISBN 1855661128. Hasta hace bien poco, muchos de quienes se afanan en los estudios literarios creían poco menos que deber intelectual hacer público su desdén hermenéutico por todo aquello que tuviera que ver con la biografía de un autor. Como a menudo nos recuerdan las noticias internacionales, la Historia tiende a revolverse, tozuda y vindicativa, contra todos aquellos que la ignoran. Y es que todo análisis textual que se desentiende de la inserción de un texto literario en su referente (intra)histórico corre serios riesgos interpretativos. Esto es especialmente cierto en textos de otras épocas. Hay que agradecer al profesor James O. Crosby —que hace gala de una de las más productivas jubilaciones académicas de las que uno tiene noticia— y a otros abnegados estudiosos que los estudios literarios no hayan abjurado completamente ni de la Historia ni de la intrahistoria literarias. A esta última pertenecen los epistolarios. La correspondencia de un escritor es, en muchos casos, una ventana que nos permite arrojar luz sobre determinadas obras. Por el epistolario de Lope, por ejemplo, sabemos que algunas obras le son encargadas al Fénix con propósitos propagandísticos concretos. A lo largo de los años, Crosby ha enriquecido la bibliografía quevediana como muy pocos quevedistas pasados o presentes. Prueba de ese vigor investigador son los últimos 10 años en los que, además de estudiar la tradición manuscrita de los Sueños, Crosby se ha enfocado en la correspondencia de los últimos años de nuestro escritor y nos ha regalado con entrañables gemas, como la de hacer un diagnóstico postmortem de la enfermedad quevediana (espondilitis tuberculosa) o recrearnos a un Quevedo casero y familiar, casi diríamos que en pantuflas, que gusta del tabaco y del chocolate indianos en “¿De qué murio Quevedo? (Diario de una enfermedad mortal”. MLN 115: 2 [2000]: 157-87]). Su aportación más importante en este aspecto de los estudios quevedianos ha sido, con todo, la ampliación y elucidación del epistolario quevediano, a la que ya dedicó un artículo (“Cuarenta y dos cartas de Quevedo a dos jesuitas distinguidos.” La Perinola 2 [1998]: 215-35). CALÍOPE Vol. 13, No. 2 (2007), pages 81-108 82 Reviews D D D D D Nuevas cartas de la ultima prision de Quevedo es, antes que nada, una edición crítica de las últimas 112 cartas quevedianas, fechadas entre 1639 y 1645. A la vez, los ochos apartados de la introducción, que tratan de algunos aspectos tocados por Crosby en estudios anteriores (la enfermedad quevediana, las atribuciones de algunos memoriales y epístolas, las relaciones de Quevedo y el duque del Infantado…), quedan perfectamente contextualizados y, de paso, sirven de marco al corpus epistolar del último Quevedo. La edición se completa con las abundantísimas notas a las cartas, un registro de variantes, cuatro apéndices documentales, listas de fuentes, bibliografía e índices onomástico y toponímico de las cartas editadas. Cuarenta y dos de esas 112 cartas fueron redactadas durante su prisión en San Marcos de León (1639-43) y 28 de ellas son inéditas, una prueba más de la tenacidad y brillantez investigadoras de Crosby. Estas 42 cartas están dirigidas, en su mayoría, a dos prominentes jesuitas: los padres Juan Antonio Velázquez y Pedro Pimentel. Ambos ocuparon el cargo de provinciales de Castilla (Velázquez entre 164043 y Pimentel entre 1650-53), aunque el caso del segundo es especialmente significativo. Pimentel era un segundón del conde de Benavente que ocupó importantes cargos en su orden y a quien Quevedo dedicó la “Segunda peste” de su Virtud militante contra las cuatro pestes del mundo (redactada entre 1634-36). En una fascinante labor detectivesca, Crosby ha reconstruido los entresijos de transmisión de estas cartas, con las que se topó por primera vez en 1962, en una librería de viejo valenciana, y en la...

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