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Reviewed by:
  • Lucas Fernández: Farsas y Églogas ed. by Françoise Maurizi
  • Joseph T. Snow
Maurizi, Françoise, ed. Lucas Fernández: Farsas y Églogas. Serie B: Textos 58. Woodbridge, U.K.: Tamesis, 2015. 210 pp. ISBN: 978-1-85566-295-7

De las Farsas y Églogas de Lucas Fernández (1474-1542), existe una edición, la de Salamanca (1514), hecha por el impresor Lorenzo de Liomdedei. No solo no hubo reimpresiones o nuevas ediciones en el siglo XVI, sino que de ese único testimonio han sobrevivido solo dos ejemplares, uno que reposa en la Biblioteca Nacional de Madrid y que ha sido la base de las ediciones anteriores y otro, recién descubierto en la herencia que legó Antonio Rodríguez Moñino a la Real Academia de la Lengua. Ambas son idénticas como revela un escrupuloso cotejo por la editora de la edición que reseñamos.

Farsas y Églogas contiene siete piezas teatrales en verso e impresas en treinta folios. Cuatro son piezas de tema profano pastoril y tres son de tema religioso, el Nacimiento (dos) y la Pasión (una) de Nuestro Señor. En todas ellas, sin embargo, figuran pastores y otras personas rústicas. Ésta es la séptima edición de estas obras de Lucas Fernández y la mejor. Comienza el interés moderno con la edición decimonónica de Miguel Cañete (1867), seguida seis décadas más tarde por una edición facsímil preparada por Emilio Cotarelo y Mori (1929), pasando otras cuatro décadas hasta las ediciones académicas de John Lihani (1969), Alfredo Hermenegildo (1972, la mejor de las anteriores, según Maurizi) y María Josefa Canellada (1973, plagada de errores). Las cuatro obras profanas y tres religiosas fueron editadas por separado en 2002 y 2004 por Juan Miguel Valero Moreno, siguiendo fielmente a la edición de Canellada. Maurizi las conoce todas y apunta lo bueno y lo malo de cada una en su introducción para justificar una nueva edición. Como también circula en Clásicos Castalia (Madrid, 1976) la edición de Canellada, una gran lingüista, vale todavía su nutrida introducción ofreciendo más datos a los investigadores particularmente interesados en el lenguaje adoptado por Lucas Fernández, siendo que el subtítulo de la obra es “al modo y estilo pastoril; y castellano”.

En la densa introducción de Maurizi (3-35), encontramos varios apartados. Uno traza lo que se sabe de la vida del dramaturgo, poeta y músico, Lucas Fernández, que ocupó la Cátedra de Música en la Universidad de Salamanca en 1522. Otro apartado ilumina datos curiosos sacados de los paratextos, evidenciando el patronato del poderoso Cardenal Cisneros. Otro ofrece un análisis del contenido de las siete obras, sus anomalías, su versificación, algunos toques de [End Page 141] humor (anacronismos, incongruencias, carnavalizaciones) y un valioso estudio de la variedad en los villancicos compuestos con música para el final de cada una de las siete piezas. Analiza además el acercamiento del autor al ambiente rural, la inclusión del auténtico lenguaje rústico, el vocabulario cinegético y los nombres de los varios pueblos salmantinos, todos ellos documentados. En cuanto a las fechas de composición, parece que las cuatro farsas profanas podían sucederse cronológicamente (1501-1513) en el mismo orden que tienen en la edición impresa, mientras que las tres églogas religiosas muestran características que abogan por una composición más temprana (1492-1500). Este apartado representa lo mejor de la labor detectivesca de Maurizi. Estas fechas señalan claramente que Lucas Fernández, como autor de piezas poéticas representables, todas con su música al final, floreció cuando tenía entre 20 y 40 años. Murió con 68.

La edición que tenemos delante (41-191) está muy cuidada, no modernizada: la llama Maurizi “semi-paleográfica” (4). Las 692 notas cumplen con el propósito de una edición nueva, aclarando el léxico pastoril, identificando los errores de la edición original, y explicando sus enmiendas textuales. Faltando en el...

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