Abstract

Pocos autores entendieron como el escritor catalán Josep Pla (1897-1981) que la vida cotidiana tiene un nivel de realidad y un movimiento interno que el escritor tiene que saber ver, captar y transmitir a sus lectores. Aunque no se definía estrictamente como un novelista, Pla publicó en 1951 su primera novela: El carrer Estret, traducida al castellano por Néstor Luján como La calle Estrecha. Pla demuestra la capacidad inagotable de su prosa para interesar al lector y sumergirlo en una sucesión de imágenes y de anécdotas supuestamente extraídas de la realidad. La novela se desarrolla en un tiempo casi abstracto que supera cualquier anécdota histórica (son ausentes del libro cualquier referencia, por ejemplo, a la guerra civil española o a las condiciones impuestas por la dictadura franquista en la posguerra) para poder extraer mejor todo aquello que tiene de más constante y perenne la condición humana. Como supo ver el crítico Joan Ferraté, en la obra de Pla: “Reside en lo cotidiano un prodigioso poder de nostalgia; en él se hace extraordinariamente intenso el sentimiento de derelicción y soledad que empapa minuto tras minuto la vida del hombre.” La protagonista es la calle, entendida como un método de trabajo narrativo, casi como un verdadero cronotopo.

Abstract

Josep Pla (1897-1981) is one of the few authors to understand that everyday life is a level of reality and it has an internal movement that the writer has to learn to see, capture and convey to his readers. Although he did not consider himself a novelist, in 1951 he published his first novel: El carrer Estret, which was later translated into Spanish by Nestor Lujan as La calle Estrecha. Pla demonstrates the inexhaustible power of his prose to interest and immerse the reader in a succession of images and anecdotes supposedly drawn from reality. The novel takes place in an almost abstract time that avoids any historical anecdote (absent in the book are any references to, for example, the just finished Spanish civil war or the conditions imposed by Franco’s dictatorship after the war) to focus on constant and perennial aspects of the human condition. As Joan Ferraté noticed: “in Pla’s work everyday life has a prodigious power of nostalgia; in his work is generated an extraordinarily intense feeling of dereliction and solitude soaking every minute of a human being’s life.” The street is the main character, understood as a fictional working method, becoming almost a real chronotope.

pdf

Share