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Reviewed by:
  • Crónica de la Población de Ávila ed. by Manuel Abeledo
  • Juan Carlos Bayo Julve
Abeledo, Manuel, ed. Crónica de la población de Ávila. Incipit – Ediciones críticas 7. Buenos Aires: SECRIT, 2012. liv + 115 pp. ISBN: 978-987-25253-2-3.

La Crónica de la población de Ávila es conocida sobre todo entre los filólogos por contener el cantar paralelístico de Zorraquín Sancho, al cual dedicó un famoso artículo Francisco Rico en 1975, pero cuya importancia ya había sido señalada en 1792 por Tomás Antonio Sánchez (aunque sólo lo conociera a través de fray Luis Ariz). En tiempos recientes, no obstante, la prosa de la Crónica, por así decirlo, ha ido atrayendo cada vez más, y con razón, la atención de los historiadores, mientras que la crítica textual casi parecía haberse olvidado de ella.

Manuel Abeledo es la honorable excepción. Su trabajo se centra en la cuestión ecdótica, aunque antes considera brevemente otras cuestiones. Parte de la suposición, generalizada desde Gómez-Moreno, de que la Crónica fue redactada como memorial de servicios para justificar ante Alfonso X el Sabio una petición de privilegios, otorgados en 1256. Esto le lleva a adoptar la datación entre diciembre de 1255 y octubre de 1266 propuesta por Ludivine Gaffard, y a apuntar la posible autoría de Gonzalo Mateos conjeturada por Gómez-Moreno.

En mi opinión, todo esto entra dentro de lo probable, aunque debería ser matizado. La Crónica es ciertamente una apología de una élite local, los llamados caballeros serranos, y su lealtad a la corona de Castilla; sin embargo, esta relación de acontecimientos, a menudo no confirmados o implícitamente contradichos por otras fuentes, no parece haber hecho gran mella en un monarca con la formación jurídica e histórica de Alfonso X (cuyo otorgamiento de 1256 benefició a toda la clase caballeresca), ni haber dejado profunda huella en la labor de los talleres historiográficos alfonsíes y postalfonsíes. De hecho, la lucha por la hegemonía social en Ávila se prolongaría durante décadas. En este contexto, es naturalmente posible que el autor de la Crónica perteneciera, o estuviera vinculado, a la familia de los Mateos (fundadora en 1209 del monasterio de Sancti Spiritus en Ávila, repositorio de uno de los manuscritos medievales de la obra).

La Crónica de la población de Ávila ha sido transmitida por cuatro manuscritos: A (BNE 1745), B (BNE 18634/57), C (BRAH 11/8544) y D (BRAH 9/5171). [End Page 199] Ninguno de ellos es medieval: A consigna la fecha de 1590; B y C son también del siglo XVI, quizá ca. 1600; D es dieciochesco. Hasta ahora, se disponía de tres ediciones modernas de la obra: la de Manuel Foronda (1913), transcripción de C, uno de los peores testimonios; la de Manuel Gómez-Moreno (1943), gran progreso por sus observaciones sobre el contexto histórico, su consideración de todos los testimonios conservados y su selección de A como texto base; la de Amparo Hernández (1966), con índices de lugares y personas, útil para historiadores, pero sin verdadero avance textual y objeto de uno de los anatemas de Rico. Abeledo es el primero en trazar un stemma de la tradición manuscrita de la Crónica. Señala que A, C y D derivan de un mismo subarquetipo, presumiblemente la copia de 1517 encargada por el corregidor Bernal de Mata según el prólogo transmitido por dichos testimonios. Además, apunta que C y D descienden de un subarquetipo hermano de A, no directamente de este, lo cual se apoya en que a veces presentan lecciones que difieren de A, pero coinciden con B. La argumentación de Abeledo es muy sólida; quizá hubiera sido conveniente añadir ilustraciones de este último punto, ya que en él discrepa abiertamente con Hernández (para quien C podría ser mala copia de A).

Abeledo toma como texto base A, sin...

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