In lieu of an abstract, here is a brief excerpt of the content:

  • Los humanistas y la filosofía moral:De la corte del Magnánimo a la de los Reyes Católicos
  • José Luis Canet

[La] polémica en torno al significado propio de ciertos conceptos morales aristotélicos tuvo consecuencias de largo alcance en el desarrollo del pensamiento humanista. La controversia no terminó con Bruni y Cartagena, pues después de éstos, otros la continuaron en Italia, viéndose envueltos en ella las figuras más sobresalientes del mundo intelectual.

Ottavio Di Camillo, El humanismo castellano del siglo XV 225.

Una de las disputas que enfrentaron a los humanistas entre sí y a éstos con los seguidores de las diferentes corrientes filosóficas (peripatéticos, platónicos, epicúreos, estoicos, escolásticos, etc.) fue la de la filosofía moral, a partir de las diferentes interpretaciones de la felicidad y el bien en la ética aristotélica (obra seguida por la inmensa mayoría de las universidades medievales a través de variadas traducciones y comentarios). No volveré a repetir aquí la controversia entre Alonso de Cartagena y Leonardo Bruni sobre el sumo bien (a causa de la traducción de T'agathon en la Ética a Nicómaco), [End Page 115] agravada con la intervención de Pier Cándido Decembrio, Filelfo, etc.,1 aunque algunas veces trataré el tema en el caso que nos ayude a clarificar conceptos, sobre todo los del bien y la felicidad, llevados éstos al sumo bien y la bienaventuranza. El propio Leonardo Bruni compuso poco después de su traducción de la Ética el Isagogicon moralis philosophiae (escrita entre 1424-1426), en donde intenta demostrar que la filosofía ayuda a conocer el fin último del hombre; sugiere que los epicúreos, peripatéticos y estoicos pusieron la felicidad en el sumo bien, aunque no concuerdan en el modo de conseguirlo. Bruni propone que la mejor escuela filosófica es la estoica, porque pone el sumo bien en la virtud, que se busca por sí misma y no por otras razones (Mancini 43-44).2 El texto es como un manual donde se resumen "los conceptos fundamentales de la ética aristotélica, teniendo en cuenta la reelaboración ciceroniana de las virtudes y la tradición medieval" (Jiménez San Cristobal 99). La obra fue enviada por Bruni al propio Juan II, con la clara intención que se difundiera en Castilla (González Rolán y Saquero Suárez-Somonte, "Apuntes sobre dos versiones castellanas" 494).

En los últimos años, a causa de un "renacimiento" de los estudios humanísticos en toda Europa, se han publicado muchísimos libros y artículos sobre el "humanismo castellano del Siglo XV", denominado también "humanismo vernáculo o en lengua vulgar" (Lawrance), muchos de ellos centrados en las figuras de Alonso de Cartagena, Alonso de Madrigal, Juan de Lucena, Alfonso Ortiz, etc. Empezaré mi análisis de la filosofía moral con el De vero bono (o De voluptate) de Lorenzo Valla, texto al que se le ha tildado muchas veces de epicúreo (según mi parecer de forma injusta), al que se [End Page 116] le contrapone continuamente con el De vita beata de Lucena (considerado como una adaptación del De vitae felicitate de Bartolomé Fazio) y éste con el Liber dialogorum de Alfonso Ortiz. También pasaré brevemente por algunas traducciones de humanistas italianos y tratados de autores castellanos de los círculos de Juan II , Íñigo López de Mendoza, Alfonso Carrillo, los Reyes Católicos, etc.

Lorenzo Valla y el De Voluptate o De vero bono

Lorenzo Valla, profesor de Retórica en Pavía, pasó en 1435 al servicio de Alfonso de Aragón en Nápoles, donde alcanzó el cargo de secretario e historiador regio. Como es de sobras conocido, el De Voluptate (1431) o De vero bono (De vero et falsoque bono, las últimas redacciones entre 1444-1449), pone en escena a tres personajes que dialogan sobre el verdadero bien: Leonardo Bruni, Antonio Beccadelli (Il Panormita) y Niccolò de' Niccolli; cada uno defiende su tesis (estoicismo, epicureismo y cristianismo). Este texto hay que entenderlo dentro de la disputa sobre el sumo bien y la...

pdf

Share