Abstract

This paper examines the extent of economic segregation (ES) in rural Mingo County, West Virginia. Most studies of ES focus on large urban areas and are quantitative in nature, but because of the weaknesses of traditional quantitative techniques, I turn to qualitative analysis in this paper. Initial evidence derived from interpretation of the built environment supports the hypothesis that Mingo County is not highly segregated by socio-economic status, leading to further probing. Interviews with residents of three small Mingo County neighborhoods are adduced as evidence of real interactions among members of different economic classes. I find that traditional forces of ES are weak and that place-specific factors such as racial and income homogeneity, division of family land, and a culture that promotes a family-like community outside family boundaries generate the spatial integration of socio-economic classes in the county.

Abstract

Este artículo examina el alcance de la segregación económica (ES) en el condado rural de Mingo, West Virginia. La mayoría de los estudios de ES se centran en grandes áreas urbanas y son de naturaleza cuantitativa, pero debido a las debilidades de las técnicas cuantitativas tradicionales, en este artículo recurro al análisis cualitativo. La evidencia inicial derivada de la interpretación de áreas construidas apoya la hipótesis de que el condado de Mingo no está altamente segregado por estatus socio-económico, lo que demanda una investigación mas profunda. Entrevistas con residentes de tres vecindarios pequeños del condado de Mingo, son usadas como evidencia de interacciones reales entre miembros de clases sociales diferentes. Yo noto que las fuerzas tradicionales de ES son débiles y que los factores propios del lugar, tales como la homogeneidad de raza e ingresos, división de las tierras de la familia y una cultura que promueve una comunidad como de familia fuera de los limites familiares, genera la integración espacial de las clases socio-económicas en el condado.

pdf