La biografía literaria entra en nuestra literatura de la mano de El Victorial. Solamente otra biografía castellana del siglo XV, la del condestable don Álvaro de Luna, es parangonable en extensión e interés. Y si la figura del privado de Juan II tiene un innegable mayor peso en lo histórico, el relato de la vida que escribió Gutierre Díaz de Games para loar los hechos de don Pero Niño, conde de Buelna, la supera en cuanto a ambición literaria. El Victorial pinta un retablo gótico multiforme, compuesto por deliciosos cuadros de vida caballeresca, real e imaginaria. Se halla henchido de noticias sobre la vida marítima, que nos llegan a través del rico lenguaje de la marinería, convirtiéndolo en verdadero antecedente de los' diarios de a bordo'colombinos y postcolombinos. Es fiel espejo donde ha quedado reflejada la imagen simbólica del mundo que pudieran haber compartido nobleza y burguesía de su tiempo. La obra lleva tras sí, como quien carga de por vida con una condena injusta, una indefinición de partida:¿ historia o novela? Y es que la biografía de Pero Niño es históricamente verídica, pero en cuanto se presenta también como biografía novelada y panegírico sin fisuras de una persona individual sublimada como personaje heroico, se erige en relato que sintetiza el ideal caballeresco" victorial del siglo XV europeo, entre el epígono del caballero medieval y el anuncio del cortesano renacentista. Distinguía Horace Walpole entre la historia, novela creíble, y la novela, historia increíble. Y lo increíble de esta verdadera historia novelesca comienza por el mismo título. Pero Niño recibe el epíteto, con raigambre épica, de Victorial (victorialis,'victorioso, vencedor'), latinismo difícil en el castellano, que da título al libro de su vida. El epíteto procedería, no desde luego de la moda de latinismo escolástico, sino de la tradición de Alejandro Magno¹. Recordemos cómo el lujurioso Neptanabo urde su plan para convencer a Olimpias, la que será madre de Alejandro, de la visita del dios Amón, a quien habrá de acoger ella para en-1 La moda latinista traería los humanal, febal, diurnal, neptunal, entre otros, del marqués de Santillana, pero no encuentro el epíteto victorial asumido por los grandes poetas del XV. Dentro de la tradición de Alejandro Magno en la literatura latina medieval, me refiero en concreto a uno de los textos principales, la Historia de preliis, muy probablemente a través de su versión en la General estoria.