[BOOK][B] Escritores místicos españoles

M Mir - 1911 - books.google.com
M Mir
1911books.google.com
Queriendo dar alguna breve forma de confesar, porque son prolijas y por eso menos
provechosas las que hasta hoy son escriptas, porque comúnmente proceden por los diez
mandamientos y siete pecados mortales, catorce obras de misericordia y cinco sentidos
corporales y siete dones del Espíritu Santo, y tres virtudes teologales y cuatro cardinales,
acordé. mediante la gracia y ayuda de Nuestro Señor, impetrada por los ruegos de su
bendita Madre, reducir todos los pecados á los diez mandamientos. Obra por cierto muy …
Queriendo dar alguna breve forma de confesar, porque son prolijas y por eso menos provechosas las que hasta hoy son escriptas, porque comúnmente proceden por los diez mandamientos y siete pecados mortales, catorce obras de misericordia y cinco sentidos corporales y siete dones del Espíritu Santo, y tres virtudes teologales y cuatro cardinales, acordé. mediante la gracia y ayuda de Nuestro Señor, impetrada por los ruegos de su bendita Madre, reducir todos los pecados á los diez mandamientos. Obra por cierto muy necesaria y muy provechosa: dar manera con que conozcamos nuestros pecados para los huir, y con que ligeramente los remembremos para de todos los cometidos y de cada uno dellos haver contrición, dolor y arrepentimiento siempre, si pudiéremos, y para los confesar discretamente y hacer entera satisfación dellos. Pues en la cibdad de Dios ninguna persona entra sin de todos ser primeramente alimpiada, y el alimpiamiento dellos en el otro siglo cuesta muy caro. E antes que comience á tratar lo propuesto, son de saber cinco cosas. La primera, que no entiendo poner particularmente cuáles son pecados mortales ni cuáles veniales; porque determinar esto es cosa muy grave y que requiere mayor scriptura. La segunda cosa es: que propriamente hablando, aquello es pecado mortal que es contra el amor que á Dios y á nos y al prójimo devemos; ca si no es contra el tal amor, así como es alguna palabra ociosa, ó alguna risa demasiada sin escarnecer de alguno, ó algund poco de juego, ó algund comer, ó bever, ó dormir, ó cantar, ó tañer, ó mirar demasiado, no será pecado mortal, antes venial, salvo si tanto nos deleitásemos en ello que si acontesciese caso por que en ello antes ofenderíamos á Dios ó al prójimo, que nos dejásemos dello. E aunque lo que hiciésemos fuese contra er amor que devemos á Dios y á nos y á los prójimos, si lo hiciésemos no podiendo saber que es malo, ó no podiendo huir la fuerza que nos hacen, ni sería pecado mortal ni venial, tanto que cuando lo supiésemos, nos pesase de lo haver hecho y de no haver sabido que era pecado para nos guardar dello. E que si lo hacemos por fuerza, nos pese de hacerlo. La tercera es: que aunque hay pecados de voluntad, solamente cuando querríamos y proponemos de hacer algún mal y no lo dejamos de obrar, salvo porque no podemos, é otros pecados de voluntad y de obra, cuando ponemos por obra el mal que proposimos hacer; pero no se hará aquí diferencia de unos á otros, porque tan entero ó poco menos pecado es la mala voluntad sola, como la voluntad con la obra, é no menos se ha de llorar e confesar lo uno que lo otro. La cuarta es: que no se cogen ni se ponen aquí por menudo todas aquellas maneras en que la persona mortal ó venialmente puede pecar contra los diez mandamientos, porque sería imposible, ó muy difícil cogerlas. La quinta es: que las veces que escriviere pecados veniales contra algund mandamiento, no es mi intención de contradecir á los santos doctores, é á la verdad que dicen que los pecados veniales son culpas y defectos ó exce-
books.google.com