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La Regeneración sin la Revolución: Caro contra Bolı́var josé marı́a rodrı́guez garcı́a cornell university  1. Instituir la excepción: la ley y los poetas. Un estudio profundo del discurso elegı́aco y ruinoso del conservadurismo colombiano en la cincuentena larga que media entre 1883 y 1934 debiera incluir, necesariamente, los poemas y prosas poéticas que cuatro influyentes lı́ricos surgidos en el último tercio del siglo XIX—Pombo, Caro, Silva y Valencia— dedicaron a Simón Bolı́var. Los textos de los cuatro autores están mediatizados por la transformación del Libertador enfermo y derrotado, tras su dimisión de la jefatura de la Gran Colombia en 1830, en un monumento público de mármol y bronce, a saber, la estatua pedestre de Pietro Tenerani (1789–1869) inaugurada el 20 de julio de 1846 en la Plaza de Bolı́var, frente a la Catedral Primada de Bogotá y muy cerca de la Casa del 20 de Julio, donde se dio el primer grito de la Independencia en 18101 . En 1848–1849, cuando se comenzaba a construir allı́ también el capitolio que habı́a de albergar el Congreso de la República, consolidaron sus nombres y señas de identidad las dos grandes formaciones polı́ticas nacionales: el Partido Liberal de Ezequiel Rojas y el Partido Conservador de Mariano Ospina Rodrı́guez. Los dos pronto encontraron en ambiciosos poetas y periodistas (como Felipe Pérez, José Eusebio Caro y los emuladores de ambos) a los principales mediadores entre su intento de adoctrinar a la población en un programa polı́tico particular y la naturalización del mismo como cultura nacional . Sabedor de que el análisis de los poemas referidos requiere el formato de un trabajo monográfico más extenso, en el presente ensayo me centraré casi exclusivamente en la figura de Miguel Antonio Caro (1843–1909), quien compartio ́ con Simón Bolı́var (1783–1830) dos altos honores: ocupar la primera maAgradezco a Marco Palacios sus valiosos comentarios a un borrador de este ensayo. Huelga añadir que soy el solo responsable de cualquier inexactitud en los juicios históricos en él emitidos. 1 Tenerani ya habı́a realizado en Roma un famoso primer busto en mármol de Bolı́var, en uniforme militar, en 1831–1832, tres años después de que el mismo Libertador posase para él en Bogotá (Pineda 19–24). Este busto se encuentra en el Panteón de los Próceres de Popayán (fig. 1). Al tiempo que Caro y Pombo publicaban sus poemas originales sobre el mensaje comunicado por la estatua pedestre de Tenerani, el historiador, antólogo y literato conservador José Marı́a Rivas Groot (1863–1923) ganó el concurso oficial de poesı́a conmemorativa del centenario bolivariano con una composición titulada Canto á Bolı́var, aparecida como opúsculo suelto también en 1883 y hoy apenas recordada. 80  Revista Hispánica Moderna 60.1 (2007) gistratura de la nación—la presidencia de la República—y redactar para ella una constitución. Figuras 1, 2 y 3: Busto (1832) y estatua de Bolı́var, con el Congreso de la República al fondo, obra de Tenerani (1 y 2); montaje gráfico de Alberto Urdaneta (basado en un perfil a lápiz de François Désiré Roulin de 1828) para el primer número del Papel Periódico Ilustrado, aparecido en 1881 (3). En su obra El culto a Bolı́var (1969), Germán Carrera Damas corrigió la imagen del Libertador profético y poético (el abrazado por la generación de letrados reaccionarios que ejerció el poder en las postrimerı́as del siglo XIX), impermeable a influencias ajenas a su genio emancipador, para presentarlo, en cambio, como hábil estratega polı́tico (75–77). Tres de los agentes galvanizadores del autoritarismo católico llamado Regeneración—Caro y los antiguos liberales Rafael Núñez (1829–1894) y José Marı́a Samper (1828–1888)—admiraron en él la misma cualidad de orador que ellos se jactaron de poseer en grado sumo. Sin embargo, es...

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