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Reviews  anderson, thomas f. Everything in Its Place: The Life and Works of Virgilio Piñera. Lewisburg: Bucknell UP, 2006. 320 páginas. Como el profesor Thomas F. Anderson, de Notre Dame University, lo señala desde el comienzo de su libro, de los escritores más destacados del siglo XX latinoamericano, Virgilio Piñera es uno de los que han recibido menos atención crı́tica. ¿Por qué? Sin duda, las circunstancias conspiraron contra su éxito: un escritor cubano que publicó una obra muy diversa en Cuba y Argentina, a intervalos irregulares, sin acabar de pertenecer a ningún club literario (aunque mantuviera relaciones variables, en La Habana, con los cı́rculos de José Lezama Lima y José Rodrı́guez Feo y, en Buenos Aires, a la vez con la escena que se constituı́a en torno a Witold Gombrowicz y con el grupo de Sur que Gombrowicz antagonizaba), arriesgaba desde el comienzo que su obra no encontrara un lugar estable en los cı́rculos literarios y académicos. Lo cierto es que, hasta hace muy poco, no era fácil siquiera encontrar los libros de Piñera en las librerı́as o en las bibliotecas. Pero es posible que la razón de la parquedad de las respuestas crı́ticas se haya debido también a que hasta hace poco, e incluso hoy, es probable que muchos no supieran (no sepan) qué pensar de este trabajo que parece no inscribirse en ninguna de las genealogı́as literarias más reconocidas en la historia literaria de la región. Aunque la situación, hay que decir, está cambiando. ¿A causa de qué? Por un lado, simplemente, a causa de que los textos de Piñera, gracias a varias empresas de reedición, han ido haciéndose más fácilmente accesibles. Por otro lado, y en lo que concierne a la crı́tica académica, causa, tal vez, de que ciertos paradigmas crı́ticos—la crı́tica de género, digamos, o incluso la crı́tica poscolonial en lo que en ella nos hace sensibles a las formas menos normativas de sujetos —favorecen más que otros la percepción de lo que de valioso y singular hay en obras como las del escritor cubano. Y también, por fin, a causa de que algunas de las empresas literarias más ambiciosas del último par de décadas (la de Sergio Pitol, la de Diamela Eltit, la de César Aira, cada uno de ellos de maneras muy diferentes) se parecen más a la empresa de Piñera que a la de un, digamos, Alejo Carpentier. Por eso el libro de Anderson es oportuno. Everything in its Place es muy útil para el lector que quiera aproximarse a la obra de Piñera. Lo es particularmente a causa de la primera mitad del libro, que es la reconstrucción más prolija y más completa que poseemos de los hechos de la vida del escritor. El trabajo de Anderson no es estrictamente el de un biógrafo, en la medida en que se basa sobre todo en fuentes publicadas, más que en entrevistas o en papeles privados y desconocidos . Pero su trabajo de ordenamiento y presentación es muy eficaz. Uno 110  Revista Hispánica Moderna 60.1 (2007) quisiera que se hablara más de ese enigma mayor del escritor: el de las lecturas a partir de las cuáles preparaba, a partir de los años ’40, su curiosa sı́ntesis. Y el libro de Anderson habla poco de esto. Menciona, sı́, a esas referencias evidentes que son Kafka y Gombrowicz, pero la relación con ellos es menos explorada que ciertos parentescos con los textos de Soren Kierkegaard en los cuales Anderson se detiene muchas veces. De hecho, no estoy seguro de que en Everything in Its Place se haga justicia a la relación de Piñera con el gran escritor polaco, que es absolutamente decisiva: de detenerse más en la cuestión, Anderson hubiera aportado elementos de lectura sin los cuales gran parte de la obra de Piñera no se explica. La segunda parte del libro...

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