In lieu of an abstract, here is a brief excerpt of the content:

182 LATINAMERICAN THEATRE REVIEW Un Quijote urbano y la Compañía de Teatro de la Universidad de Antofagasta, Chile PedroBravo-Elizondo El 20 de abril de 1962 un grupo de alumnos del Instituto Pedagógico del Centro Universitario Zona Norte de la Universidad de Chile enAntofagasta, crea el grupo “Teatro del Desierto.” El 25 de agosto del mismo año los jóvenes teatristas debutan con El pastel y la tarta, farsa anónima del siglo XV y Pacto de medianoche de Isidora Aguirre. Es el año en que arriba a la ciudad Pedro de la Barra (1912-1977), uno de los fundadores y director del renombrado Teatro Experimental, luego Instituto de Teatro de la Universidad de Chile (ITUCH). De la Barra proyecta la compañía hacia un plano profesional y artístico en que cada nuevo montaje demanda actores estudiosos y responsables. La profesionalización es paulatina en un medio ambiente provinciano que brindará músicos, pintores, diseñadores, actores, directores. Con el paso del tiempo la Universidad se transforma en Universidad de Chile sede Antofagasta. Son los años en que el quehacer universitario santiaguino se abre camino a lo largo del país con sedes en La Serena, Antofagasta, Iquique y Arica en el Norte Grande. En 1981 debido a la fusión de la Universidad Técnica del Estado y la Universidad de Chile enAntofagasta, el grupo mencionado pasó a llamarse Compañía de Teatro de la Universidad de Antofagasta. Lo que eufemísticamente se denomina “cambio brusco de gobierno” en 1973 no logró apagar el entusiasmo de algunos pocos que se quedaron y consolidaron el grupo. Cuarenta y tres años de existencia, un centenar de montajes y colaboración en los Encuentros Internacionales de Teatro Zicosur (Zona de Integración Centro Oeste Suramericano) que comprende a las universidades regionales deArgentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Perú, permite al grupo que dirigeAngel Lattus Vodanovic proyectar la Universidad en el territorio nacional y extranjero. En junio de 2005 presentaron de Woody Allen Dios (The Play) en Llanquihue, Valdivia, Puerto Montt, Concepción y participaron en el Festival Temporales Teatrales de Puerto Montt (julio 1-31, 2005). Tuve ocasión de asistir a la última función de Un Quijote Urbano de Patricio Jara y Alberto Olguín, basada en la novela cervantina. Jara, además de profesor es dramaturgo y novelista. Afirma en el programa de mano, Este año es el año en que Cervantes y su caballero andante están de aniversario. Ergo, están de moda. Lleva tiempo entre los libros más FALL2005 183 vendidos en el continente. Qué ganas de saber si entre los más leídos. Me cuesta hablar en primera persona cuando escribo. Menos cuando el director de esta obra, no conforme con sus amenazas de recortar el texto que me pidió escribir, me obliga, revólver en la nuca mediante, a que diga algo ahora que es el estreno. Alberto Olguín, director de la obra, dice: Nuestro Quijote (Quesada, el contador) es uno de esos quijotes, de los de ahora. De aquellas personas que de alguna u otra manera están al margen de todo el éxito que rodea a nuestro país. De esos que notan que el proyectar algo no sirve de mucho en una nación donde sólo vale proyectarse. Donde lo intangible ha perdido su valor. Para Quesada el recorrido no es por la vieja España, sino que es por alguna de las calles de cualquier ciudad como la actual. Cambió su rocín por una bicicleta y se armó caballero. Y lo vemos en escena conjuntamente con “Sánchez,” repartidor de correspondencia de una oficina quien lo acompaña con un carrito de supermercado, en el cual arrastra una radio, comida, una espada hechiza y coraza hecha de cubiertas de ruedas de auto. La recompensa prometida por el Quijote urbano no es una ínsula sino la casa propia, el sueño de Sánchez y su esposa. Con elenco de eleven actores, en múltiples papeles varios de ellos, la obra se desarrolla livianamente con el pretexto de teatro en el teatro, al iniciarse la acción...

pdf

Share