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  • La música para piano en Argentina (1929–1983). Mitos, tradiciones y modernidades
  • Silvia Glocer
Julio Ogas. La música para piano en Argentina (1929–1983). Mitos, tradiciones y modernidades. Colección Música Hispana, Textos, Estudios 15, Madrid: Ediciones del ICCMU. 2010. 303 pp. ISBN: 978-84-89457-43-0.

Con tantos temas que aún se adeudan en el campo de la investigación musicológica argentina, resulta bienvenido este libro que sobre la literatura pianística argentina del siglo XX, ha realizado el musicólogo Julio Ogas. Tal estudio revela no sólo la formación del autor como pianista—recordemos que se licenció en Música en la especialidad de piano por la Universidad [End Page 312] de Cuyo, Argentina—sino también como investigador graduado en musicología por la Universidad de Oviedo, España, donde recibió su título de doctor en Historia y Ciencias de la Música.

En este trabajo, el autor se ocupa de los compositores que han escrito obras para piano, durante el período comprendido entre el final de la década de 1920 y el comienzo de la década de 1980. Propone la iniciación del período, exactamente en 1929, coincidente con la constitución del Grupo Renovación,1 y el final del mismo, en 1983, con la muerte del compositor Alberto Ginastera. A toda esta etapa la designa con el nombre de “alta modernidad ya que en ella se concreta, en parte, la anhelada sincronización de la música argentina con la de los centros internacionales de producción y consumo musical. Una modernidad que, como no puede ser de otra manera, se encuentra fuertemente marcada por su preocupación por el progreso y las vanguardias, lo cual se diluye en los comienzos de la década de 1980 para dar paso a las propuestas de la posmodernidad” (39). Es durante ese lapso (etapa que alberga una serie de tendencias compositivas) donde Ogas encuentra que, más allá de las divisiones tradicionales que realiza la historia de la música (objetivistas y contenidistas, vanguardistas y conservadores, etc.) los permanentes cruces e hibridaciones que se hallan en las obras “generan una importante riqueza dialógica en el interior y hacia el exterior del contexto musical” (13). Es por eso que considera “a este entramado de diálogos como un valor fundamental de esta etapa de la música argentina. Tal valor va unido al de la calidad compositiva, que denota una preocupación por la renovación del lenguaje creativo musical, y al técnicopianístico, que produce obras de una envergadura instrumental a la altura del más destacado desarrollo pianístico del siglo XX” (13).

Su estudio propone como principal punto de referencia la relación entre tradición y modernidad, teniendo en cuenta que “todo proyecto de modernización parte de una conceptualización de la tradición, lo cual, de una forma u otra, se ve reflejado en el resultado final, la obra musical” (14).

Exactamente los años que van desde 1929 a 1983 encierran también los momentos políticos comprendidos entre el golpe de Estado liderado por el General José E. Uriburu en 1930, y la reanudación del nuevo período democrático ininterrumpido que vive este país desde 1983, cuando el presidente Raúl Alfonsín fuera elegido por el pueblo en elecciones nacionales. En el medio, una sucesión de gobiernos de facto—que se alternaron con etapas democráticas, algunas muy breves—sumieron a este país, en una terrible oscuridad. Estas circunstancias históricas no pasan desapercibidas por el autor, quien vincula en su estudio, las cuestiones políticas con las culturales. Para Ogas “el sentido final de una producción musical se encuentra en su relación con las diferentes expresiones de su contexto músico-cultural, dentro de las circunstancias de cada momento y país” (23). A este contexto lo denomina “neomitológico”, siguiendo las propuestas de Iuri Lotman, Zara Mints y Eero Tarasti. [End Page 313]

El autor cree necesario estudiar las relaciones del producto artístico con las circunstancias y el contexto cultural en...

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