Abstract

Plant invasions, affecting ecosystem recovery and household economics, are an important part of land-use change in the Calakmul region, Mexico, closely related to ecosystem function and homogenization of landscapes. Bracken fern has increased four-fold from 1985 to 2001; such increase impedes regular succession of the vegetation and affects the amount of areas under forest opened for cultivation. The distribution of bracken fern in the region is characterized by low density of bracken in land-sparse areas where intensive cultivation is predominant and a high density in land-surplus areas characterized by less intensive cultivation (former large-scale agricultural and cattle projects). Bracken fern can be seen as a perturbation, similar to drought, to which farmers must decide if and how to allocate their labor and capital. The apparent rewards to combating bracken fern, given its high labor costs, are low compared to off-farm and NGO- and state-sponsored and state-subsidized activities. Where the latter are a significant option and land pressures are low, the investment is not made. In contrast, where commercial chili cultivation is important and land pressures are high, the investment is made. The labor invested does not intensify cultivation as much as it helps to alleviate a perturbation on production or loss of land.

Las especies invasoras que afectan la recuperación de ecosistemas y las economías familiares son componentes importantes en los cambios de uso de la tierra en la región de Calakmul, México y están directamente relacionadas con las funciones del ecosistema y la homogenización del paisaje. El helecho ha incrementado cerca de cuatro niveles de magnitud entre 1985 y 2001; este incremento impide el proceso de sucesión de la vegetación y afecta las tazas de deforestación. La distribución del helecho en la región está caracterizada por áreas de densidad baja de invasión donde predominan actividades de agricultura intensa, y por áreas de alta densidad donde las actividades agrícolas son de tipo extensivo, como la ganadería. Esta situación y sus respuestas son consistentes con el comportamiento del pequeño agricultor quien combina actividades de mercado y subsistencia. El helecho puede ser visto como un disturbio, similar a la sequía, donde los agricultores deben decidir si invierten y cuanto en términos de mano de obra y capital. Los beneficios aparentes de combatir la invasión del helecho dado los altos costos en mano de obra, pueden ser considerados bajos si se comparan con salarios no relacionados con la agricultura y los subsidios invertidos por ONGs y proyectos del estado. Cuando esto último es una opción importante y el terreno no es una limitante, la inversión para combatir el helecho no es realizada. En contraste, en áreas donde cultivos comerciales de chile son importantes y terreno es esencial, la inversión es hecha. La mano de obra invertida más que intensificar los procesos de cultivo, alivia los niveles de disturbios en la producción o en la pérdida de terreno.

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