Abstract

Los inmigrantes indocumentados han aparecido con frecuencia en la escena española de las últimas décadas como parte de la búsqueda de una nueva identidad nacional, una que abrace una pluralidad cultural y social. Partiendo del uso del estereotipo del Otro como principio estético, los dramaturgos exploran, mediante estilos distintos, un acercamiento a los inmigrantes, en particular a los africanos indocumentados. Al analizar las siguientes piezas—La mirada del hombre oscuro (1991), de Ignacio del Moral; Ahlán (1997), de Jerónimo López Mozo; y La playa (2004), de José Moreno Arenas—se puede ver cómo cada autor utiliza estereotipos para conectar directamente con el público, ofreciéndole algo conocido pero distanciado, para luego subvertir, modificar o apoyar los mismos estereotipos, destacando el hecho de que son construcciones que piden una reevaluación. Hacen hincapié en la xenofobia persistente en la sociedad y las construcciones arbitrarias sobre las cuales se apoya.

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