Loyola's Greater Narrative: The Architecture of the Spiritual Exercises in Golden Age and Enlightenment Literature (review)

En unos tiempos donde el discurso religioso ha recuperado una posición privilegiada en el destino no sólo del Otro, sino que también de las democracias liberales occidentales, nos llega este libro donde Frédéric Conrod expone con claridad, método y elegancia la profunda influencia que los Ejercicios espirituales de Ignacio de Loyola han tenido en la historia religiosa del catolicismo, en la arquitectura, en la literatura y en la Ilustración. El estudio del hecho religioso se ha convertido en punta de lanza de las humanidades y de las ciencias sociales. Ahí se pueden apreciar en la última década los constantes aportes sobre la relación entre los fanatismos extremados y el proyecto secular ilustrado, el avance de la globalización y la función de las minorías étnico-religiosas, las fuerzas del mercado liberal y las identidades locales tradicionales, en obras publicadas por Charles Taylor, George Hoffmann, Akeel Bilgrami, Gil Anidjar, Aamir R. Mufti, y Tomoko Musuzawa, entre otros muchos. Un objetivo de este debate académico es crear un marco epistemológico donde las concepciones de la fe como don divino o la fe como paranoia o droga del pueblo no dominen el estudio de las conexiones entre la fe, la identidad y la práctica de una disciplina religiosa. La ecuación para algunos estudiosos es que una práctica específica genera fe y que esta construye una identidad. Por lo tanto, una forma de asegurar la fidelidad identitaria es implementar un sistema de prácticas. Este esquema se ha aplicado para el análisis del afloramiento de extremismos religiosos a nivel global durante el siglo XX y a nivel europeo en el siglo XVI. Ciertos intelectuales, en su propia arqueología del fenómeno, se preguntan cuáles son las raíces del enfrentamiento entre secularismo y extremismo religioso que impregna la geopolítica internacional actual.

Loyola's Greater Narrative contiene respuestas a esta pregunta, ya que expone con precisión la forma en que la práctica de la visualización sensual ignaciana es una respuesta a la identidad protestante y a su énfasis en la lectura de las Escrituras. Los Ejercicios ignacianos buscan retraer los sentidos hacia la meditación interior sobre series de imágenes estancas y verticales que estimulan el movimiento ascendente desde la corrupción hasta la salvación, durante un proceso que siempre ha de ser inducido por el director espiritual. Los Ejercicios espirituales buscan ocupar completamente la mente del practicante para acrecentar su fe y afianzar su identidad frente al avance protestante.

Asimismo, las artificiales barreras académicas entre la Edad Media, el Renacimiento, el Barroco, la Ilustración y la Revolución Francesa se desvanecen, favoreciendo la comprensión de cómo los Ejercicios espirituales ignacianos fueron parte fundamental del desarrollo de la historia religiosa, política y artística. Conrod crea una imagen integral desde las ruinas romanas y las derruidas iglesias de Roma (capítulo 3) hasta los paródicos ejercicios del marqués de Sade (capítulo 6); pasando por la medieval imitatio christi (capítulo 1), incorporando los usos del texto y la imagen para la domesticación del espacio interior del creyente, trayendo a colación las estructuras internas del texto de los ejercicios (capítulo 2), exponiendo magistralmente la interrelación entre el texto y la arquitectura barroca (capítulo 3) y la literatura de Cervantes y Gracián (capítulos 4 y 5).

Frédéric Conrod da una estructura interna a este ambicioso proyecto de análisis cultural por medio de conceptos teóricos muy bien articulados dentro de su texto. Recurre oportunamente a los análisis del hecho religioso y de la temprana modernidad de teóricos y críticos como Barthes, Bataille...