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  • Cuba: emociones y ficciones políticas. Culturas emocionales en clave literaria, femenina y sexológica dentro del Periodo Especial by Laura V. Sández
  • Grethel Domenech Hernández
Cuba: emociones y ficciones políticas. Culturas emocionales en clave literaria, femenina y sexológica dentro del Periodo Especial
Iberoamericana Editorial Verbuert, 2022
Por Laura V. Sández

El 29 de agosto de 1990, el periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista Cubano, instancia política máxima de la isla, declaró en una nota informativa que

[e]stos hechos que se vienen sucediendo [déficits de suministros soviéticos] comienzan a transformar la vida de nuestro país de una situación normal a un período especial, en época de paz. Hay que estar preparados para ellos.

(Medio siglo de revolución. Cincuenta momentos históricos. Editorial Arte y Literatura, 2008, 92)

Así, el eufemismo utilizado por el gobierno para disimular la profunda crisis económica que acechaba al país frente al derrumbe del campo socialista en Europa del Este se convirtió en una temporalidad histórica que hoy es reconocida como la forma más común de nombrar y pensar los noventa en Cuba.

Los años que siguieron a la caída del campo socialista de Europa del Este en 1991, principal aliado del régimen cubano y su fuente de abastecimiento económico, produjo un efecto dominó inmediato de desabastecimiento, pobreza y migración forzada. Tal "período especial," continúa siendo un momento poco visitado por los estudios sociales. La revisión desde la historia de esa época se ha concentrado principalmente en los análisis constitucionales, políticos y económicos. [End Page 183]

El más reciente volumen de Laura V. Sández, Cuba: emociones y ficciones políticas. Culturas emocionales en clave literaria, femenina y sexológica dentro del Periodo Especial, emerge para suplir esas carencias y nos muestra una mirada prácticamente inexplorada de la historia más reciente de Cuba: el estudio de las emociones. Desde la primera oración, la autora enuncia que pretende estudiar "la relación entre emociones, lenguajes políticos y autonomía en los márgenes de la Revolución en clave masculina" (11). La intención es trazar "una hermenéutica de la emoción [que] supone explorar los repertorios emocionales utilizados en la representación literaria" (19). Guiada por la pregunta "¿cómo se presentan estas experiencias y cuáles son sus repertorios emocionales?" (19), brinda un texto que se mueve entre fuentes de ficción y fuentes hemerográficas, entrevistas y archivos, para terminar realizando una reescritura de la historia oficial desde las emociones. Con este fin, no solo se fija en las emociones aceptadas, negadas o expresadas explícitamente por los personajes que estudia, sino también por "aquellas de tipo indeterminadas, amorales, no catárticas, que abren una distancia entre la realidad y el sujeto de posición femenina" (81). Ternura, envidia, asco, odio, alegría, libertad, son algunas de las palpitaciones que intenta rastrear y, por muy difícil que pueda parecer tal encomienda, se sortea elegantemente.

Dividido en dos partes "En la era de la intimidad pública" y "La sexología de lo político en la sattelzeit de los noventa," el volumen enmarca su rango temporal de 1992 a 2002 y, aunque los límites sociales no siempre se acoplan a los sucesos políticos, la autora justifica su rango temporal con acontecimientos que definen la etapa. Primeramente, la reforma constitucional de 1992 y para el cierre, la otra reforma constitucional que propugnó en el 2002 un socialismo irrevocable. Aunque ambos sucesos son cambios políticos constitucionales muy concretos, de cierta forma abren y concluyen una etapa simbólica de la crisis desatada tras 1990.

El primer capítulo puede leerse como un acápite separado y a la vez indisoluble del volumen que conforma. En este, se realiza un sintético, pero esencial, análisis del decursar de los estudios de las emociones en la historia. La tradición teórica a la que se afilia Laura V. Sández resulta otro de sus atractivos. Nora Casteli, Paul Preciado, Monique Scheer...

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