In lieu of an abstract, here is a brief excerpt of the content:

  • Contra la muerte:Sal de sangres en sangre, de Alicia Kozameh
  • María A. Semilla Durán

La obra de Alicia Kozameh es una inagotable reserva de voces que ponen en jaque al mundo, indagando en sus profundidades y en sus residuos. Compleja, multiforme, personalísima, signada por los ecos de dolorosas vivencias personales de la autora y reconocible por los sofisticados dispositivos de mediación necesarios para contarlas, esa obra acoge y deconstruye géneros diversos, que incluyen el cuento, la novela, el poema en prosa, la poesía1. Desde su primera novela publicada—Pasos bajo el agua (1987)—, el horizonte de su literatura no ha dejado de ampliarse ni su ambición de crecer. Una prueba indiscutible de ello es la pentalogía que, bajo el título genérico de Sal de sangres, ha sido publicada entre 2018 y 2021: Sal de sangres en guerra (2018), Sal de sangres en declive (2019), Sal de sangres en pánico (2020a), Sal de sangres en incendio (2020b), y Sal de sangres en sangre (2021).

Cada volumen aporta una declinación específica, retomando a su manera ciertas constantes de la literatura de Kozameh, en la que la escritura, como la Historia, se presenta como un territorio de disputa en el cual se juega la totalidad del ser, y en la que el cuerpo reivindica una materialidad agónica. (Semilla Durán, 2019: 268). En la declinación poética de las Sales de sangre se dibujan espacios, itinerarios, bifurcaciones. La guerra y sus agujeros negros preparan la abstracción geométrica del declive y sus paradojas; el mundo así rediseñado se hunde en la violencia extrema que enciende el pánico y desemboca en los incendios que aniquilan, pero iluminando. La última secuencia, circular, se cierra sobre sí misma, cuando la sangre ya no es genérica, sino propia. Los cuatro primeros están constituidos por fragmentos de prosa poética, que se van enhebrando al ritmo de la lectura, y en los que, como ya hemos dicho en alguna ocasión, "la materia de la lengua se organiza en función de itinerarios analógicos […] y de variaciones metafóricas que erigen inestables edificios simbólicos." (265). El quinto y último, que acaba de editarse, reanuda el ejercicio virtuoso de la poesía en verso, impuesta como forma—según Alicia Kozameh—por la temperatura emocional del acontecimiento que se revive. Intentaremos, con esta reflexión, esclarecer algunas de las significaciones de Sal de sangres en sangre, que cierra el ciclo y donde la escritura, como siempre, penetra hasta el hueso2 de la experiencia.

Sal de sangres en sangre, el último volumen de la pentalogía, puede ser visto como la continuidad lógica de los precedentes, pero también como una ruptura. Si bien reanuda [End Page 149] con las grandes obsesiones que podemos rastrear desde el inicio del ciclo, toda ambigüedad referencial, generalidad o abstracción son ahora depuestas por la voz poética, que deviene más narrativa y testimonial, puesto que buena parte de los poemas que lo componen gira en torno a hechos reales, históricos, protagonizados por seres con nombre y apellido, en fechas precisas, en condiciones inequívocas. Desde la dedicatoria: "A Eduardo Próspero Kozameh, asesinado por la triple A (Alianza Anticomunista Argentina) en Rosario, Argentina. Baleado la noche del 12 de septiembre de 1974 y fallecido tres días después, el 15 de septiembre", se impone al lector un marco histórico de lectura, una circunstanciación indubitable. Eduardo Próspero Kozameh, tío de Alicia Kozameh—médico, docente universitario, militante político—y su muerte, intempestiva pero no inexplicable, constituyen el núcleo de Sal de sangres en sangre, y a la vez son el espacio poético en el que se entrecruzan otras muertes y sus respectivos duelos, que han marcado la vida de la autora. En el esfuerzo por nombrarlos, pensarlos y contenerlos, la voz de la sobrina los dice y se dice, asumiendo así la tarea de redefinirse a sí misma.

Texto político y familiar, texto introspectivo y elegíaco, Sal de sangres en sangre sortea sin embargo...

pdf

Share