Mientras dure la guerra by Alejandro Amenábar (review)

El 27 de septiembre de 2019 tuvo lugar el estreno comercial de Mientras dure la guerra, la contribución de Alejandro Amenábar a un subgénero fílmico español que ya acumula más de sesenta títulos: el de películas ambientadas en la Guerra Civil (1936–1939). Tras varios proyectos internacionales, Amenábar ha elegido una temática netamente española en su retorno a España para un rodaje desde Mar adentro, con la que ganó el Oscar a la mejor película de habla no inglesa en 2005. El estreno en salas de Mientras dure la guerra se produjo tras una tibia recepción crítica en el Toronto International Film Festival (donde se presentó fuera de concurso) y en el Festival de San Sebastián (donde sí se presentó en la sección oficial pero no obtuvo ningún premio). Las decepciones en lo relativo al reconocimiento artístico del film no terminaron aquí: tras haber sido preseleccionado por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España para representar al país en la última edición de los Oscars, el honor fue finalmente para Dolor y gloria, de Almodóvar; y aún más significativamente, ninguna de las diecisiete nominaciones obtenidas en los Premios Goya de 2020 (incluida la de mejor película) se materializó en un premio. En cambio, la recaudación en taquilla triplicó en menos de tres meses el presupuesto original de la película, estimado en unos cuatro millones de euros, por lo que cabría hablar de un notable éxito de público. Por otro lado, y al margen de consideraciones comerciales o críticas, la relevancia cultural (y, en cierto modo, ideológica) de la película está estrechamente ligada a las circunstancias políticas en que ha visto la luz; un contexto que en buena medida precede al film y pudo por tanto haber influido a Amenábar (revisión de la memoria histórica, proceso independentista catalán, inestabilidad de los últimos gobiernos centrales, etc.), pero que también incluye sucesos puntuales difícilmente predecibles cuando se inició el rodaje en mayo de 2018, como la sentencia del “procés” o la exhumación de los restos de Franco.

El argumento transcurre principalmente en Salamanca: la narración comienza con la entrada de un destacamento de las tropas sublevadas en la Plaza Mayor el 19 de julio de 1936 y concluye con la célebre intervención de Miguel de Unamuno durante la celebración del Día de la Raza en el Paraninfo de la Universidad el 12 de octubre de ese mismo año. Esos meses iniciales de la Guerra Civil se presentan desde la perspectiva del citado Unamuno (interpretado por Karra Elejalde), Francisco Franco (Santi Prego) y José Millán Astray (Eduard Fernández), además de otras figuras históricas relacionadas con ellos, como familiares y amigos del rector de Salamanca, el hermano y la esposa de Franco, o los demás generales de la Junta de Defensa Nacional. En términos más precisos, no obstante, el film comienza y termina con una bandera: primero, una de tonalidades ambiguas que resulta ser la tricolor, emblema de la Segunda República (una vez que el blanco y negro de los primeros fotogramas deja paso al color), y después otra bicolor (sin escudo) que apenas ondea, hecha jirones por los disparos y explosiones de la guerra. La bandera (una enseña bicolor, sin símbolos franquistas o constitucionales) es igualmente protagonista del cartel original de la película, lo que sugiere que el personaje principal de este relato no es necesariamente ninguna de las figuras históricas que por él transitan, sino la nación española en su conjunto. Desde esa perspectiva, Mientras dure la guerra podría calificarse simultáneamente de biopic (sobre Unamuno, mayormente, pero también de Franco y Millán Astray) así como de drama histórico, lo cual suscita...