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  • Burlas entre veras en los autos sacramentales de Lope de Vega
  • J. Enrique Duarte

1. IntroduccIón

Al observar con atención la edición de los autos sacramentales realizada por don Marcelino Menéndez Pelayo, encontramos algunas afirmaciones que llaman poderosamente la atención porque revelan la incomodidad del editor. En concreto, en el caso del Auto famoso del nacimiento, el lector se topa con una escena entremesil en el que dos venteros, Julio y dorindo, llegan a las manos por un problema con un borrico y azuzados por sus mujeres llegan a las manos, mientras san José y María buscan posada en Belén. la condena de estas escenas es furibunda como se puede ver:

Podrá ser de lope, puesto que con su nombre se ha impreso siempre, y algún rastro tiene de su estilo, especialmente los versos endecasílabos; pero ha debido de ser refundido, o más bien corrompido y estragado por manos ignorantísimas en una y otra impresión, y hoy resulta una rapsodia fastidiosa, en que compiten lo impertinente y pedantesco de la parte seria y doctrinal, con lo rudo y grosero de la parte cómica. [. . .] Este auto hubo de padecer bajo las pecadoras manos de algún sacristán de los que remendaban villancicos y aderezaban autos viejos al talle y moda de su tiempo. Suyos tienen que ser los prosaicos romanzones y las décimas laberínticas que afean esta composición, y que quizá han sustituido a hermosos racimos de quintillas; suyos los estúpidos donaires y las escenas de riña conyugal; suya la peregrina idea de hacer contar a un pastor de Belén en la noche del nacimiento la historia del enamorado Macías. Es imposible que lope, ni despierto ni dormido, haya hecho versos de esta calaña. [. . .] tales cosas no pueden ser de lope, sino del vándalo que se metió a enmendarle la plana, profanando su obra, cuyo texto nos es ya imposible restituir, puesto que no hemos podido hallar manuscrito alguno de este auto.

(LXIX) [End Page 39]

Esta cita me parece paradigmática, no tanto por los problemas de deturpación que presentan los autos, cosa que es evidente y no niego,1 cuanto porque refleja cierta perplejidad en torno a "lo rudo y lo grosero"; "los estúpidos donaires y las escenas de riña conyugal" mezclados con elementos doctrinales de la parte seria.

Sin embargo, si leemos los análisis de Bajtin y su crítica de la obra de rabelais, nos damos cuenta que el autor ruso muestra una sensibilidad mucho más abierta hacia un mundo de la cultura popular diferente y perdido que afectaba también a lope de Vega. En concreto, al estudiar en Pantagruel, cómo Panurgo se venga el día del corpus de una altiva dama parisina que lo ha rechazado mediante una procesión de 600.014 perros que la persiguen y orinan sobre ella, cita expresamente el caso del auto sacramental en España y a nuestro poeta:

Esta inversión de la procesión religiosa del día del corpus, puede parecer . . . monstruosamente sorprendente y profana. la historia de esta fiesta en Francia y en el extranjero (sobre todo en España) nos indican que las imágenes grotescas del cuerpo, de contenido extremadamente licencioso, eran más bien comunes en esta circunstancia, y estaban consagradas por la tradición . . . las encarnaciones tradicionales del cuerpo grotesco figuraban obligatoriamente en la procesión solemne: monstruos (mezcla de rasgos cómicos animales y humanos) que llevaban sobre sus lomos a la "pecadora de Babilonia", gigantes de la tradición popular, moros y negros (de cuerpos caricaturizados) multitudes de jóvenes que ejecutaban danzas evidentemente sensuales (una zarabanda bastante "indecente" en España); después del paso de las efigies, llegaba el sacerdote con la hostia; al final del cortejo venían coches decorados con cómicos disfrazados, lo que en España se llamaba "la fiesta de los carros". como vemos, esta procesión tradicional, claramente carnavalesca, tenía una predilección muy marcada por la representación corporal. En España se representaban espectáculos dram...

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