Most Beautiful Island dir. by Ana Asensio, and: Júlia ist dir. by Elena Martín (review)

En el año 2017, la película elegida por la Academia de Cine de España a los premios Oscar fue Verano 1993, el primer largometraje de Carla Simón, una mirada íntima a su infancia en un pueblo de Cataluña. En ese mismo año, otros dos destacables primeros largometrajes de directoras españolas han sido Most Beautiful Island de Ana Asensio y Júlia ist de Elena Martín. Estas películas son también historias personales, pero además, estas dos últimas comparten el hecho de estar protagonizadas por sus propias directoras, recreando así algunas de sus experiencias vividas en el extranjero, en la ciudad de Nueva York en el caso de Asensio, y en Berlín en el caso de Martín. Son propuestas relevantes también en lo que respecta a la situación de desempleo juvenil que ha sufrido España a lo largo de la década de 2010, con cifras récord de emigración. Por eso, estamos ante historias de ficción con las que se pueden identificar muchos espectadores, puesto que las directoras toman algo de distancia con sus personajes, al llamarlas con nombres ficticios, Júlia en Berlín y Luciana en Nueva York. Partiendo de un planteamiento autobiográfico similar, las historias son diferentes en lo que respecta a las experiencias vividas: una estancia de estudiante con una beca Erasmus en Berlín no es lo mismo que irse a trabajar a los Estados Unidos.

En el caso de la película situada en Berlín, la directora y actriz barcelonesa Elena Martín apuesta por la sencillez de la narración, diríase frialdad, empezando con una gélida llegada a la ciudad en invierno. Destaca la cotidianeidad de las situaciones, oponiéndose al retrato cómico e idealizado de la experiencia Erasmus que fue L'auberge espagnole (Cédric Klápisch, 2002). De hecho, algunas situaciones son de una naturalidad tan pretendida que rozan lo embarazoso, especialmente el juego de charadas con unas compañeras de piso nada simpáticas, o incluso algunas de las videollamadas—hablan indistintamente en catalán y en castellano—con un novio celoso y una madre preocupada. El tema de las relaciones a distancia, tratado en profundidad en 10.000 Km (Carlos Marqués-Marcet, 2014), no es determinante, sino que forma parte de la intensa y amplia experiencia que se retrata a lo largo de la película. Alejarse de los seres queridos, en algunos casos por primera vez, se mezcla con otras situaciones más o menos complicadas, que van desde las nuevas amistades, el apartado lúdico de la música electrónica, el alcohol, las drogas y el sexo, pero también incluyen el agobio por el dinero, la vivienda y los estudios. En sus estudios de arquitectura en la universidad, Júlia se integra en un grupo de trabajo con estudiantes alemanes, y le sorprende que todos vivan independizados. En sus interacciones con los jóvenes locales, de algún modo está presente el complejo mediterráneo frente a la Europa del Norte. A lo largo de la película, pero sobre todo con su abrupto final, Martín problematiza el drama del aspecto existencial, faltando quizá algo más de acción o de intriga en la tragedia de la muchacha, que se toma demasiado en serio para al fin y al cabo reducirse a la infelicidad de una vida privilegiada. Otra película reciente, Victoria (Sebastian Schipper, 2015), es una forma más atrevida de narrar de forma cinematográfica la experiencia de una joven española en Berlín.

En el Nueva York retratado en Most Beautiful Island hace calor, es verano, y Luciana es una joven que después de tratar de ganarse la vida como modelo se encuentra en una situación algo desesperada. Todo el desparpajo que le falta a J...