Abstract

Abstract:

Un aspecto de la obra de Borges que merece más atención crítica es la relación entre sus cuentos y la literatura confesional. “Tema del traidor y del héroe” y “Deutsches Requiem” son dos manifestaciones creativas del estilo confesional. En los escritos confesionales, comúnmente hay un traidor (caído) y un héroe (redimido) desdoblado en la misma persona. Este desdoblamiento es fundamental en la confesión. El concepto del sacrificio expiatorio también es esencial en la tradición confesional. Los dos protagonistas, Kilpatrick y zur Linde, mueren como figuras expiatorias, cuyos sacrificios hacen posible el adelanto de las causas por las cuales han vivido, luchado, confesado y muerto. Los dos perecen como mártires fusilados después de cumplir con el ritual de la confesión. Mueren como seres ambiguos (santos diabólicos, traidores heroicos). Borges no quiso escribir ninguna novela; prefirió el cuento. Tampoco eligió escribir una confesión de tan larga extensión como la de San Agustín, mas no rechazó el género literario que el héroe-traidor de Hipo hizo famoso, el género de Petrarca, Dante, Santa Teresa de Jesús, Rousseau, y Borges.

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