Abstract

abstract:

Migration and remittances are increasingly central to development plans and the search for best practices has driven convergence of diaspora development policies. Mexico is often considered a model, particularly its Tres Por Uno or 3×1 Program that offers matching grants to encourage migrant organizations to sponsor development projects in their origin communities. We employ a policy mobilities framework to ask how this program has been positioned as a model and exported from its original contexts. With replication in other high emigration countries possible, we examine internal replication within Mexico to evaluate the model’s possible external relevance. We focus on its re-grounding in Yucatán, a new sending state with low intensity and short history of migration by Mexican standards. Despite the non-traditional context, the state has rapidly embraced the migrant-centered 3×1 Program. We find that the program initially followed expectations in Yucatán, but within a few years devolved into a pattern of “simulation”/aval projects that are controlled by municipal officials and minimize migrant involvement. Without effective counter-pressures from migrant organizations, corruption and clientelism became common. We conclude that implementation in a very distinct context mainstreamed and normalized problems that had been present but marginal in the original contexts.

resumen:

La migración y las remesas son temas cada vez más centrales en planes de desarrollo que, en búsqueda de modelos exitosos, propician la convergencia de varias políticas de desarrollo que tratan el tema de la diáspora. México suele ser considerado como un modelo al respecto debido a programas como el llamado Tres Por Uno o 3×1, el cual ofrece subsidios combinados a organizaciones de migrantes que adelantan proyectos de desarrollo en sus comunidades de origen. Empleando el marco analítico de políticas de movilidad, preguntamos cómo este programa mexicano se ha posicionado como modelo y ha sido exportado a otros contextos nacionales. Siendo posible su replicación en otros países de alta emigración, examinamos la replicación del 3×1 dentro de México evaluando la posible relevancia externa del modelo. Nuestro argumento gira en torno a su rediseño en Yucatán, un nuevo estado emisor con baja intensidad y corta historia de migración según los estándares mexicanos que ha adoptado rápidamente el programa 3×1. Encontramos que allí el programa inicialmente cumplió con las expectativas pero al cabo de unos pocos años generó patrones de “simulación”/aval controlados por funcionarios municipales con mínima participación de los migrantes. Ante la ausencia de participación efectiva de organizaciones de migrantes, la corrupción y el clientelismo se volvieron comunes. Concluimos que su implementación en un entorno muy distinto al original amplificó y normalizó problemas que habían estado presentes pero marginales en los contextos iniciales del 3×1.

pdf

Share