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  • La isla de los ingenios by Fernando García del Río
  • Rebecca L. Salois
Fernando García del Río. La isla de los ingenios. Madrid: Ediciones Península, 2015. 276 pp.

La isla de los ingenios por Fernando García del Río, periodista español, empieza con definiciones de la palabra ingenio:

  1. 1. Facultad del hombre para discurrir o inventar con prontitud y facilidad. / Individuo dotado de esta facultad;

  2. 2. Industria, maña y artificio de alguien para conseguir lo que desea. / Chispa, talento para ver y mostrar rápidamente el aspecto gracioso de las cosas;

  3. 3. Conjunto de aparatos para moler la caña y obtener el azúcar. (9)

Eso me parecía interesante, pero significativo, como se puede encontrar ejemplos de cada una de las definiciones a través de estas memorias. El libro cuenta sobre los años que García vivía en Cuba como corresponsal para La Vanguardia. Nos enseña las circunstancias en Cuba durante su estancia en la isla (2006–2011). Mezcla la historia personal con las investigaciones que hace sobre la vida, la política, y la cultura cubanas. Dice que llega con unas ideas preconcebidas de cómo es Cuba, pero rápidamente se da cuenta de que tiene mucho que aprender sobre su nuevo puesto.

Cada capítulo es un tejido de periodismo y memoria, lo cual hace muy atrayente al libro. El autor combina perfectamente los cuentos tristes con los humorísticos; encuentra un balance entre las descripciones de la belleza del país y de la gente, con las dificultades del sistema cubano y los efectos de la Revolución. En muchos relatos, utiliza el choteo para mostrar que todos estos elementos coexisten en Cuba.

Se puede decir que hay tres fases de la vida de García del Río en Cuba: su primer año (noviembre de 2006 hasta diciembre de 2007), los próximos tres años (2008 hasta 2010), y sus últimos meses (hasta marzo de 2011). [End Page 401]

El primer año dura casi la mitad del libro (los primeros siete capítulos) e incluye todo, desde su razón para estar en Cuba (informar sobre la muerte inminente de Fidel, que nunca llegó), cómo conseguir casa y carro, y sus viajes por el país para conocer a la gente, hasta las reglas que le dieron para escribir sobre el líder (no decir nada crítico), el mercado negro, y las restricciones de viaje. Entre todos estos temas serios, incluye unos relatos graciosos. Ya desde sus primeros días en la isla, aprende de primera mano, lo que es el choteo cubano. Lo que más me pareció gracioso de estos primeros capítulos fue lo de "El Señor de la Vanguardia", ¡un juego con el sobrenombre de Camilo Cienfuegos y el periódico del autor!

La segunda etapa (capítulos 8 a 14) se trata de la mayoría de su estancia en la isla y aquí nos enseña más sobre lo que aprende del país. Pienso dividir el libro así porque en el capítulo ocho las cosas empiezan a cambiar. Aun nos da una fecha exacta: el 10 de diciembre de 2007, "El día en que el compañero Fernando García cambió" según uno de sus colegas (163). Fue ese el día en que cuestionó, abiertamente, la situación de derechos humanos en la isla y fue cuando su vida empezó a hacerse más difícil.

García sigue combinando las memorias y las investigaciones con pericia. Habla en esta sección de la abdicación de Fidel Castro, los huracanes de 2008 (Gustav y Ike), y el terremoto de Haití, entre otras cosas serias. Pero también nos relata sus experiencias con el transporte público, los jóvenes y los teléfonos celulares, y una momia en el Museo de Matanzas, aprovechando todas las oportunidades para subrayar la importancia del choteo para soportar la condición cubana.

En esta segunda etapa, la historia que me dio más gracia fue la de Perico, "el chivo revolucionario." Para los que...

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