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LAUDES CIVITATIS Y LOS HECHOS DE LA CONQUISTA DE MÉXICO EN CANTO INTITULADO MERCURIO (1603) DE ARIAS DE VILLALOBOS NidiaPullés-Linares Borough of Manhattan Community College, CUNY L as laudes civitatis constituyen un topos poético donde se articulan los ideales de una vida civil utópica. Las laudes describen la ciudad como el sitio ideal en el que cada ciudadano puede construir un espacio y convivir en paz disfrutando de la vida comunitaria. Santo Tomás de Aquino articula la idea de la ciudad como la comunidad humana más completa.El teólogo se apoya en ideas aristotélicas cuando sostiene que es antinatural para los seres humanos el vivir fuera de la comunidad. El enfoque de este ensayo es demostrar cómo el bachiller y presbítero Arias de Villalobos (1568- ¿- ?), desarrolla el tema de las laudes civitatis en el contexto de los hechos de la conquista en su Canto intitulado Mercurio, compuesto para darle la bienvenida al virrey Juan de Mendoza y Luna, marqués de Montesclaros (1571-1628), a la ciudad de México en 1603. Como la obra ha sido poco estudiada, me detengo en las circunstancias de su creación y publicación, y también en la biografía de su prácticamente desconocido autor. El contexto El Canto se publicó en 1623, veinte años después de la llegada a México del virrey Mendoza y Luna. Apareció en un folleto junto con la crónica en prosa escrita para el centenario de la ciudad y la jura al rey Felipe IV (Rojas Garcidueñas, Teatro 134). Este poema épico, que por parte de su temática bien podría estudiarse dentro del ciclo cortesiano (Davis), se incluye en la obra con el largo título de: Obediencia que México, cabeza de la Nueva España, dio a la Majestad Católica del rey D. Felipe de Austria n[uest]ro s[eño]r, alzando pendón de vasallaje en su real nombre. Concluye, en su segunda parte, Con un discurso en verso, del estado de la CALÍOPE Vol.16, No. 1, 2010: pages 73-93 74 Nidia Pullés-Linares misma Ciudad, desde su más antigua fundación, imperio y conquista, hasta el mayor del crecimiento y grandeza en que hoy está (…), con licencia, en México, en la imprenta de Diego Garrido, Año 16231 . Al parecer, sólo existe un ejemplar de ésta en los fondos de la Biblioteca “Lafragua”, del Colegio del Estado de Puebla2 . García lo rescató en 1907; lo incluyó en el tomo XII de Documentos inéditos o muy raros para la historia de México; y lo subtiLa primera parte de la obra es la más extensa. Relata la “Obediencia” que la ciudad de México le diera a Felipe IV a la muerte del Rey don Felipe III en 16213 . La introducción del conde de Priego aclara que la Real Audiencia le encargó a Arias de Villalobos “la disposición y forma del túmulo que se hizo a las obsequias que se celebraron en la iglesia Catedral de esta Ciudad [...] Y la relación de sus honras y de la obediencia que esta ciudad dio al rey don Felipe IV, N[uestro] S[eñor], alzando pendones en su real nombre” (127-28). La carta de Arias de Villalobos incluida en ese documento, indica que concluyó todo ello el 1ro de abril de 16234 . Los preliminares a la “Obediencia” incluyen poemas de alabanza de diversos autores y tres sonetos de Villalobos junto con una explicación del significado de la Obediencia Real5 . En ese segmento se narra con lujo de detalles los festejos y pompas en honor de la entrada del virrey marqués de Montesclaros, y también se describen los espectáculos, torneos y juegos en los cuales participaron la nobleza y otros ciudadanos así como sus atuendos. Sobre esta sección, García señala: Pinta el autor con brillante luz, variados colores y movimiento vigoroso, las ceremonias detalladas de aquel acto tan solemne; de suerte que nos dejara la rara fortuna de contemplar a nuestros antepasados, no...

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