Abstract

Resumen:

En Salón de belleza y Damas chinas los personajes presentan un conflicto interior como resultado del aislamiento del ser debido a su propia incompletitud y discontinuidad, articulándose la sintomatología del individuo posmoderno, lo que Richard Lehnan define como "una crisis racionalista" en la que los símbolos pierden significado y trascendencia creando un círculo hermenéutico asfixiante. Las acciones del protagonista bellatinesco ocurren en la soledad y el anonimato de la megalópolis y de sus espacios alienantes. Tales acciones son el producto de estados mentales de enajenación y desprendimiento de la realidad. Bellatin nos sugiere una reconceptualización de la sociedad, de la historia, del yo, a través de personajes que viven en una realidad subliminal en la que se articula una interacción entre tiempo/espacio/protagonista, semejante al concepto del juego de espejos de Michel Foucault. Los espacios en las novelas de Bellatin son esencialmente heterotópicos, y en ellos el protagonista/narrador recibe incesantemente una cascada de proyecciones que son como imágenes proyectadas sobre un espejo. Estas imágenes llegan a él ligadas al conflicto interior del yo, e imprimen en su psique una marca hologramática y ambigüa que alude a la disociación del sujeto posmoderno.

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