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  • Memoria, justicia y "feminismo sexy":De Las trece rosas (2007) a Carta a Eva (2013)
  • Cristina Sánchez-Conejero

En Das kulturelle Gedächtnis Jan Assmann define la memoria colectiva como memoria cultural y opuesta a la memoria comunicativa. El primer tipo de memoria, según el autor, es plural, de toda una nación y hace uso de fiestas, museos, banderas y rituales para su manutención y recuerdo; el segundo tipo de memoria es individual y, por lo tanto, sus manifestaciones son particulares. En "To Remember or to Forget: Which Way Out of a Shared History of Violence?", Aleida Assmann alega que para que se dé una auténtica democracia en España es necesaria una nueva forma de legitimación basada en la memoria comunicativa. La autora indica que el silencio impuesto durante la Transición únicamente funcionó como un parche o paño de agua tibia hacia la democracia, pero las heridas permanecieron hasta la tercera generación de posguerra: "that democracy was not founded upon a self-critical discourse; instead, for a long time, it was overshadowed by the fear of a relapse into totalitarianism" (64). Es ésta memoria comunicativa, individual, la que usan cineastas como Emilio Martínez Lázaro y Agustí Villaronga en películas como Las trece rosas (2007) y Carta a Eva (2013) y la que nos ocupa en las siguientes páginas. La labor de estos cineastas es imprescindible para la propuesta de un nuevo modelo de justicia hacia una democracia real sin el disfraz del miedo y la amnesia. Sin embargo, esta propuesta no está exenta de problemas, especialmente si tenemos en cuenta cuestiones de género. Con el objeto de contextualizar la especificidad del caso español a la luz de los debates actuales sobre memoria y su relación con historia, representación y justicia, se hará uso de las teorías de Cinta Ramblado, Tabea Alexa Linhard, Alison Ribeiro de Menezes y Mary Ann Dellinger respectivamente. Asimismo se utilizará el concepto de "feminismo sexy" expuesto por Jennifer Keishin Armstrong y Heather Wood Rudúlph. [End Page 275]

El planteamiento de justicia de Martínez Lázaro y de Villaronga se encuentra intrínsecamente vinculado al concepto de "feminismo sexy" de Armstrong y Rudúlph en su obra Sexy Feminism. Las autoras explican cómo

What drives women apart is competition – for a man, a job, or one another's attention. Men: we love them! And we are supposed to […]. But somewhere along the line, someone decided men were more important than women […]. Women at work feel pressure to compete. When a certain kind of woman attains a position of power, rather than lifting up her sisters, she steps on them to get ahead, not knowing she is only hurting herself.

(188-89)

En contrapartida a esta situación, Armstrong y Rudúlph plantean el término "feminismo sexy": "if we all support one another and champion women's greater good while we are at it, there is no telling how far we can go. And that is Sexy Feminism" (194). Veamos a continuación de qué modo Martínez Lázaro y Villaronga argumentan sus discursos de memoria y justicia y su relación con el "feminismo sexy" en Las trece rosas y en Carta a Eva.

El veintiséis de diciembre del 2007 el entonces presidente del gobierno español José Luis Zapatero aprobó la Ley de Memoria Histórica con la intención de reconocer a todas las víctimas de la Guerra Civil española y del régimen franquista. El objetivo de la ley era el reconocimiento de los hechos, pero no la exhumación de fosas. Sin embargo, asociaciones como ARMH (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica) creyó moralmente necesaria esa acción y procedió a hacerla real. El actual presidente del gobierno, Mariano Rajoy, no apoya ni moral ni económicamente la Ley de Memoria Histórica y, consecuentemente, la ley no se aplica en la actualidad. Este hecho se encuentra vinculado con el olvido forzoso impuesto bajo la transición a la democracia, un olvido al que Cinta Ramblado se refiere como casi...

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