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  • Teresa de Guzmán (1733-1737), 'viuda y mercadera de libros' de comedias
  • Alejandra Ulla Lorenzo

1. Introducción

La actividad de Teresa de Guzmán como mercadera de libros parece dar comienzo en junio de 1733, cuando solicita licencia para imprimir la comedia de Pérez de Montalbán titulada La lindona de Galicia, y finaliza en diciembre de 1737, fecha en la que pide al Consejo de Castilla la tasación de cinco comedias de Lope de Vega tituladas La boba para los todos y discreta para sí, Los melindres de Belisa, La dama boba, Servir con mala estrella y La reina Juana de Nápoles.

Desconocemos todos los datos biográficos de doña Teresa. Los expedientes de solicitud de licencia de impresión y tasación a nombre de la librera localizados en el Archivo Histórico Nacional la denominan viuda y mercadera de libros.1 De la primera etiqueta es posible inferir que quizás haya heredado la profesión editorial de su marido u otro familiar, pues, como se sabe, en la Edad Moderna, era común que las mujeres participantes en los distintos eslabones que forman parte del comercio del libro ejercieran su actividad en tanto que herederas. No contamos con documentación de la época que nos permita dibujar cuál fue la situación de Teresa de Guzmán en este sentido; y solo los expedientes mencionados, las ediciones conservadas que llevan su nombre impreso en el colofón y los anuncios de La Gaceta de Madrid en los que publicita las obras que costea y vende,2 nos permiten confirmar su actividad como gerente de la madrileña Lonja de Comedias de la Puerta del Sol y editora de textos teatrales del Siglo de Oro, y, por tanto, su ejercicio en tanto que mercadera de libros, que denominaba a aquel que se dedicaba no solo a la venta de libros sino también a su financiación (Cayuela 31).3

Aunque ya se había estudiado la actividad de Teresa de Guzmán tanto a través de las ediciones conservadas de Tirso de Molina que costeó y vendió (Cameron; [End Page 233] Oteiza; Vega García-Luengos),4 como mediante las noticias publicitarias de las obras que editó de este mismo autor aparecidas en La Gaceta de Madrid (Bushee),5 el análisis de los expedientes de solicitud de licencias de impresión – así como de tasación de varias comedias de distintos autores del siglo xvii, Tales como el ya mencionado Tirso de Molina pero también Ruiz de Alarcón, Lope de Vega o Pérez de Montalbán–, revelan nuevos indicios sobre cuál fue la verdadera organización del proyecto editorial que dirigía Teresa de Guzmán.

2. Los expedientes de licencia de impresión y de tasación del ahn: procedimientos de solicitud

Los expedientes de licencia de impresión y los de tasación demuestran que Teresa de Guzmán cumplió puntualmente el Real Decreto del 4 de octubre de 1728 por el cual se reiteraba la prohibición de "imprimir papel alguno, por corto que fuese, sin las aprobaciones y licencias" (García Cuadrado 155); para ello debió de seguir el que era el procedimiento habitual en la época. Tal y como indica Fermín de los Reyes (408-09), a la hora de solicitar la licencia de impresión debía presentarse una instancia por parte del procurador a nombre del interesado, y el manuscrito; tras la firma del procurador, la solicitud pasaba al juez, quien lo remite a la censura, y, por último, se emitía la licencia de impresión por parte del juez a la vista de la censura. Sin embargo, cuando se trataba de solicitud de licencia de reimpresión lo que se entregaba era un impreso. En estos casos el proceso se reducía considerablemente pues, si no tenía enmiendas, no necesitaba censura y la licencia la otorgaba directamente el juez cuando se trataba de impresos menores, como es el caso de las sueltas de teatro. En el conjunto de solicitudes de licencia a nombre de Teresa de Guzmán se...

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