Tradición y Reinvención en la Historia Intelectual Uruguaya

Cierta vez el crítico y poeta uruguayo Eduardo Espina se preguntaba, a propósito de su reflexión entre humorística y melancólica de la cultura uruguaya: “¿Cómo hablar del país sin hacer karaoke?” (12). La frase, más compleja de lo que parece a primera vista, sintetiza de manera cabal los procesos de originalidad y de imitación, de copia y doblaje de estructuras lingüísticas y de pensamiento que han caracterizado el pensamiento nacional. Es por ello bienvenida la aparición casi simultánea de una serie de trabajos académicos sobre algunos pormenores de la historia intelectual del país. Publicados alrededor de las celebraciones del bicentenario de la independencia del Uruguay, los volúmenes mencionados cumplen la función de reactualizar los significados de ciertos proyectos críticos que fueron claves en la formación y desarrollo de la vida cultural de un país considerado otrora un modelo de democracia y de estabilidad social. También se entiende que hay una preocupación sobre el estado de la cultura nacional, factor que se suma a una clara conciencia histórica en torno a la peculiar situación geopolítica por la atravesó el Uruguay durante el inicio de su vida republicana. A juzgar por los temas apremiantes que ocupan la labor de Tani y de la dupla Berisso-Bernardo, puede decirse entonces que en esta reciente producción crítica existe un doble propósito. El primer propósito, que puede describirse como local, se apoya en una reflexión sobre la actual crisis educativa del Uruguay, vista no tanto como el efecto residual de políticas partidarias sino como resultado de una amnesia cultural presente en el diseño de los planes de enseñanza curricular. El segundo, de alcance regional, procura resignificar el legado de la historia de las ideas del Uruguay en su proyección latinoamericanista, lo que en última instancia supone actualizar la ubicación del país en el mapa intelectual del continente.

Si el lector busca familiarizarse con los temas centrales que han ocupado a los clásicos de las historias de las ideas en el Uruguay, Introducción al pensamiento uruguayo de Lía Berisso y Horacio Bernardo es una obra de consulta necesaria. Dividido en once capítulos que trazan los orígenes coloniales del pensar filosófico local hasta llegar a cubrir debates más recientes sobre la cultura nacional luego del proceso cívico-militar (1973-85), el libro constituye una guía informada y altamente legible sobre los puntos de referencia fundamentales de la historia intelectual uruguaya. El contenido panorámico de la Introducción busca incorporarse así al corpus existente en el país, el cual incluye nombres de la talla de Alberto Zum Felde (1887-1976), Carlos Real de Azúa (1916-77) y Arturo Ardao (1912-2003), intelectuales que intervinieron en la esfera pública desde el campo de la crítica literaria, el ensayo de crítica política o la historia de las ideas. Sin abandonar el registro formal de la escritura académica, Berisso y Bernardo consiguen sin embargo producir un texto que llena una carencia manifiesta dentro del campo académico uruguayo, y lo hacen manteniendo un ojo atento al desarrollo de los temas desde un punto de vista esencialmente pedagógico.

Luego de un capítulo introductorio dedicado a contextualizar las principales corrientes filosóficas que modelaron la conciencia republicana del país, el libro describe de manera clara e inteligible los principales acontecimientos que caracterizaron la fundación de la nación uruguaya durante el siglo XIX. Se discuten así las ideas políticas y sociales del artiguismo (en referencia...