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Las Vitae Hannibalis et Scipionis de Donato Acciaiuoli, Traducidas por Alfonso de Palencia (1491) by Alfonso de Palencia

Alfonso de Palencia. Las Vitae Hannibalis et Scipionis de Donato Acciaiuoli, Traducidas por Alfonso de Palencia (1491). Introducción, estudio y edición de Susanna Allés Torrent. Barcelona/Madrid: Fédération Internationale des Instituts d’Études Médiévales, 2014. clxxvi+ 245 págs. ISBN 978-2-503-55606-2.

La presente es una edición y estudio de la traducción de las Vitae Hannibalis et Scipionis de Donato Acciaiuoli hecha por Alfonso de Palencia (1423-1492) durante los últimos años de su vida y publicada en 1491. Está dividida en dos secciones, “Parte Primera: Estudio” (vii-clxxvi) y “Parte Segunda: Edición, Traducción y Notas” (1-245).

La primera parte está dividida a su vez en cuatro apartados que tratan de 1) la biografía de Palencia, la fortuna de las Vidas paralelas de Plutarca, y las Vidas de Acciaiuoli en relación al escritor castellano; 2) características de las Vitae Hannibalis et Scipionis de Donato Acciaiuoli; 3) la traducción de Palencia; 4) las premisas y criterios de la edición. La segunda parte contiene el texto latino frente a frente a la traducción de Palencia. La obra concluye con dos apéndices que recojen los prólogos de Acciaiuoli y Palencia a sus respectivas obras, una bibliografía, y tres índices: autores y personajes históricos, nombres de lugar, y manuscritos e incunables.

Palencia, residente de joven en el palacio episcopal de los Santa María, sus parientes, puede haber tenido su primer contacto con las Vidas paralelas de Plutarca a través de su probable maestro, Alfonso de Cartagena, quién regresó del Consilio de Basilea en 1439. Sin embargo, es más probable que la importancia de Haníbal y Escipión en su producción se deba a la residencia en el palacio florentino del cardenal Besarión entre 1441 y 1447, y después en Roma hasta 1453. Por esta época, la ejemplaridad de los méritos de Escipión y de César se discutía asiduamente en ambos lugares.

De regreso a Castilla, Palencia ocupó el cargo de cronista real como sucesor de Juan de Mena (con quien debe de haber coincidido en Florencia entre 1441 y 1442) y escribió sus obras principales. La pérdida del favor real, sin embargo, lo obligó a pasar sus últimos años retirado de la corte. Es entonces que tradujo la obra escrita por Acciaiuoli hacia 1467 y publicada en 1470, pero Palencia se basa en la tercera edición, llevada a cabo en Venecia en 1478. [End Page 168]

Debemos distinguir, como hace la autora, la Vidas paralelas de Plutarco de las obras inspiradas en ella pero que corrían como suyas. Dos de éstas son las Vitae Hannibalis et Scipionis de Donato Acciaiuoli, publicadas juntas en un volumen: “Plutarco philósopho escrivió en griego la vida del ylustre varón Hanníbal; bolvila en latín Donato Acciayolo florentino y el cronista Alfonso de Palencia la traduxo en romançe castellano.” Casi con las mismas palabras se refiere a la vida de Publio Cornelio Scipión.

En cuanto al texto, Palencia utiliza como dije la tercera edición de la Vitae de Acciaiuoli. Su traducción sigue, “el texto latino intentando reflejar grosso modo las estructuras sintácticas, aunque recurriendo a giros y contrucciones más naturales en castellano … [en] su método prima siempre la esencia y estructura del texto original, aunque evitando construcciones fuertemente latinizantes: prolexis excesivas, hipérbaton, posición a la latina de adjetivos, construcciones, en definitiva, violentas para la lengua castellana” (xcviii). Allès Torrent continúa dando múltiples ejemplos de la práctica traductoria y del estilo de Palencia.

La edición del texto latino y de su traducción es excelente. Aunque éste se basa en la tercera edición, por ser la utilizada por Palencia, la autora ha cotejado el texto con los manuscritos (algunos posteriores) y ediciones anteriores. Su texto respeta la grafía de la tercera edición aunque resuelve las contracciones y corrige errores evidentes y ambigüedades. El texto de la traducción de Palencia se basa en dos incunables de la primera edición (BNE Inc/2382-83 y Universidad de Salamanca BG-17). El texto es tratado de la misma manera conservadora aunque regularizando grafías que ayudan en su lectura.

El único reparo a la introducción es que Allès Torrent tiende a desenfatizar la importancia que tienen las vidas de Aníbal y de Escipión en las últimas décadas del siglo catorce y primeras del siglo quince (lxix) remitiéndonos, en parte, a un artículo de Canfora. Pero es entonces que la figura de Escipión en particular, rebasa la fama que entorna al famoso Commentari in Somnium Scipionis con la epopeya titulada Africa por Francisco Petrarca, el recobro en 1417 de la Punica de Silius Italicus, la Disputatio super presidentia inter Alexandrum, Hannibalem et Scipionem (1425) de Giovanni Aurispa, la De praestantia Scipionis et Caesaris (1435) de Poggio, la Defensio de praestantia Caesaris et Scipionis (1432) de Guarino Veronese, y otros. Lo mismo no se puede decir de los apartados “4.1. Las lecturas quinientistas de las Vitae Hannibalis et Scipionis” (clv-clx) que rastrea [End Page 169] la fortuna de la obra de Acciaiouli en el siglo XVI “para identificar la fuente a que accedieron los autores–esto es, el texto griego, una traducción latina, o en vulgar–, intentado establecer paralelismos con la traducción de Alfonso de Palencia” y “4.2. Recepción crítica de la traducción de Palencia” (clx-clxiv), o sea, su acogida en las bibliotecas nobles, su reedición, y los juicios sobre ella.

La controversia sobre estas figuras clásicas deja huellas en Cataluña con Lo parlament e la batalla que hagueren Aníbal e Escipió (ca. 1399-1410) de Antoni Canals, y en España en dos traducciones al castellano de la Disceptatio super presidentia inter Alexandrum, Hannibalem et Scipionem de Aurispa. Por lo tanto, la obra de Palencia, aunque más tardía, parece responder al mismo interés que ha provocado estas obras, y al incómodo sobre el rol de la nobleza que precede la guerra de las Comunidades. Esta falta, sin embargo, es insignificante en el contexto de la excelencia de la edición.

Frank Dominguez
The University of North Carolina at Chapel Hill

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