Abstract

Chattel slavery was a practice found throughout all of the Americas, lasting for hundreds of years and contributing to the assumed a-spatiality of the populations of African descent present in the Western Hemisphere. While oppressed and seemingly dehumanized by the societies in which they found themselves, Blacks in the Americas found myriad ways to struggle against the imposition of a condition of non-being. One such method was that of marronage. More than simply a reaction to slavery and non-being, marronage was perhaps one of the most creative and emergent methods of life-building found in the modern world. Maroon communities, today, occupy national memories in various manners. This paper explores the history and present-day understanding and existence of maroon communities in two American countries—Brazil and the United States. Whereas the history of maroon communities (known as quilombos) were drawn on by the Black Movement in Brazil in the 1970s and 1980s to make claims for land redistribution in wake of the fall of Brazil’s Military Dictatorship, the spatial figure of the maroon community is largely absent from the national memory and imagination of the United States. Instead, U.S. Black movements are more frequently associated with advocating inclusionary politics or nationalist separatism. By exploring the effects of the idea of the quilombo as a spatial entity in Brazil and acknowledging the history of maroon settlements in the United States, this paper argues that marronage continues, in the present, as a viable spatial praxis and posits a placement of the maroon community at the forefront of present and future discussions of U.S. human rights.

La esclavitud era una práctica encontrado a través de todas las Américas, que duró cientos de años y contribuyó a la asumida a-espacialidad de las poblaciones de ascendencia africana presente en el hemisferio occidental. Mientras oprimidos y aparentemente deshumanizado por las sociedades en las que se encontraban, los negros en las Américas encontraron miles de maneras de luchar contra la imposición de una condición de no ser. Uno de tales métodos es el del cimarrón. Más que una simple reacción a la esclavitud y el no ser, el cimarrón fue quizás uno de los métodos más creativos y emergentes de la creación de la vida que se encuentran en el mundo moderno. Comunidades cimarronas, hoy en día, ocupan las memorias nacionales de diversas maneras. Este artículo explora la historia y la comprensión hoy en día y la existencia de comunidades de cimarrones en dos países: Brasil y los Estados Unidos de América. Mientras que la historia de las comunidades de cimarrones (conocido como quilombos) se dibuja en el Movimiento Negro en Brasil en los años 1970 y 1980 para hacer las reclamaciones de redistribución de la tierra en consecuencia de la caída de la dictadura militar de Brasil, la figura espacial de la comunidad cimarrón es en gran parte ausente de la memoria nacional y la imaginación de los Estados Unidos. En cambio, los movimientos negros EE.UU. son más frecuentemente asociados con la defensa política de inclusión o el separatismo nacionalista. Al explorar los efectos de la idea del quilombo como una entidad espacial en Brasil y el reconocimiento de la historia de los asentamientos cimarrones en los Estados Unidos, este documento sostiene que marronage continúa, en el presente, como una praxis espacial viable y postula una colocación de la comunidad cimarrón en la vanguardia de las discusiones actuales y futuras de los derechos humanos en Estados Unidos.

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