In lieu of an abstract, here is a brief excerpt of the content:

  • Interview with Late-term Bracero, Adán Martínez Chávez
  • Alejandra Amezcua (bio)

INTRODUCTION

Adán Martínez Chávez was born in the village of Venustiano Carranza (also known as San Pedro Caro) in northern Michoacán, near Lake Chapala. It is a region of scarce employment opportunities, and from which many immigrants depart to Chicago, East Los Angeles and Fresno, California, and Phoenix, Arizona.

In 1967, Adán Martínez’s name was drawn in his village’s lottery for bracero workers needed in the U.S. He was 23 years old, and had little experience in agricultural work. But he traveled to work with many other men in the agricultural fields of northern California, got to visit several towns in northern California, and learned to drive through a friendship with a rancher’s son. The following year, he returned, having found work at a factory in Long Beach, creating metal sheets on assembly lines for equipment for the U.S. Army, until the factory was raided by Immigration officials. Afterward, he sought opportunities in the Midwest, settled into work at a Chicago factory, remained and established his family. This man is my uncle.

Recently he retired from Trilla Steel Drum Corporation, where he had worked for four decades. He resides with his wife in the La Villita neighborhood of Chicago, and spends time with his daughters, sons-in-law and grandchildren. In June of 2015, he consented to an interview about his experience as a bracero late in the duration of that program, as well as his work and residence afterward. He is more comfortable speaking in Spanish.

Alejandra Amezcua (AA):

Gracias por aceptar esta invitación para entrevistarlo. Es un gran privilegio para mí, como su sobrina, el privilegio de entrevistarlo y compartir su experiencia en un proyecto editorial de tema sobre el Programa Bracero.

Adán Martínez Chávez (AMC):

Gracias a ti. Bueno, hay que comenzar.

LA VIDA ANTES DE TRABAJAR DE BRACERO

AA:

¿Cómo y cuándo fue que se enteró del Programa Bracero?

AMC:

Era un programa que hacían cada año los agricultores de California. Mandaban a ciertos estados [en México] tantos números [como había necesidad de trabajadores] y los repartían [entre los] municipios. Por ejemplo, man-daban ahí a Michoacán y repartían 20 ó 50 números para cada municipio. Y los rifaban entre toda la gente que se apuntaba, y de ahí el que tenía suerte le tocaba el número.

AA:

¿Dónde fue que se ganó uno de los números? ¿En dónde estaba?

AMC:

Yo estaba en Venustiano Carranza, Michoacán. Fue en la plaza donde anunciaron que habían llegado 20 números al pueblo, y que todas las personas que estaban interesadas [se] apuntaran para ver si ganaran uno de esos números. Muchos nos apuntamos y yo fui uno de ellos.

AA:

¿Por qué decidió participar en la lotería?

AMC:

Nada más lo hice para apuntarme. Porque no creía que me iba a tocar.

AA:

¿Cuál fue su reacción cuando escuchó su número?

AMC:

No lo creía yo. No creía. Y pues todos los amigos que estaban ahí me hacían burla porque decían que yo no sabía trabajar.

AA:

¿Por qué le decían que no sabía trabajar?

AMC:

[Es que] no trabajaba en eso. Sólo [antes], en la agricultura de mis papás, pero no, en ese momento, no estaba acostumbrado a [ello]. [End Page 87]

AA:

¿En qué año participó en la lotería (de contratación)?

AMC:

Fue en el 1967. Fue la última bracerada que hubo en todo México. Los Estados Unidos ya no dieron esos boletos que antes daban.

AA:

¿Cómo fue que promovían que iba ocurrir la lotería? He escuchado que en el pueblo pasaban en las camionetas y que tenían una bocina haciendo el mensaje.

AMC:

Sí, ahí lo anunciaban. Pasaban calle por calle anunciando y la gente se entusiasmaba. Uno quería venir a Estados Unidos.

AA:

Cuando anunciaron su número, que Ud. era...

pdf