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Reviewed by:
  • Correspondencia by Benito Pérez Galdós
  • Jean-François Botrel
BENITO PÉREZ GALDÓS. Correspondencia. Edición, introducción y notas de Alan E. Smith, María Ángeles Rodríguez Sánchez y Laurie Lomask. Madrid : Cátedra, 2016. 1179 pp.

Por su evidente interés biográfico y documental, es sabido que las cartas vienen a ser algo como el “antecedente” y los “bajos” de la obra literaria o periodística, como discurso verdadero, como depósito de intenciones, de querer decir, como explicación y clarificación de las opacidades de la obra, como acceso a la palabra original o a la expresión inmediata de lo vivido: son una como “trastienda del sentido” y pueden considerarse como parte íntegra de la obra de un escritor, una obra epistolar constitutiva e iluminadora de su Obra total.

Quien lo dude aún lea esta colección de 1.170 cartas expedidas por Galdós a 116 destinatarios distintos, pulcramente editadas y anotadas por tres galdosistas cuyo propósito ha sido “publicar todas las cartas ya editadas, en orden cronológico bajo una sola cubierta, incorporando también aquellas cartas que aún solo constaran como manuscritos, conocidas y por conocer y un diccionario-índice de nombres y títulos que pudiera ser de utilidad para los estudiosos de la vida y obra del maestro de la novela española moderna” (21).

¿Incluso las cartas de la intimidad —casi la mitad de la correspondencia ? Este problema de orden cuasi deontológico, se lo plantean los editores (12-13) en su escueta pero precisa introducción, dudando entre respetar la voluntad de Galdós de “guardar su vida íntima de la mirada pública” y cumplir su deseo de que su Epistolario se tuviera en cuenta lo mismo que sus obras. “Las cartas de amor no se enseñan”, le escribía Galdós a su amante Concha Morell, pero sí pueden publicarse póstumamente, como un elemento más -y muy aclarador- de lo que fue la vida y obra del escritor. Excluirlas hubiera sido postular falazmente que la personalidad del escritor es una personalidad escindida, cuando la lectura seguida de las cartas al filo de los días y de los años muestra muy a las claras que todo está imbricado, que la pluma con que escribe los Episodios en seguida le sirve para comentar su propio quehacer de escritor, como cuando, el 28 de agosto de 1910, a propósito de Amadeo I, le comenta a su “adoradísima y sin igual Teo” (Teodosia Gandarias) (750) “la necesidad de variar los asuntos, los personajes y hasta el método descriptivo para que la obra total no se haga pesada”, proponiéndose “hacer una obra parecida a las del género picaresco” (750).

Esta misma pluma le sirve para consultarle a Mesonero Romanos unos detalles de los Episodios que proyecta escribir, para construir, dialogando a distancia con Pereda o Clarín, el marco estético en que se desenvuelve su creación; o para enviar a su hija María alguna muestra del “vil metal” devengado por la actividad escritora —presente o futura— de este “trabajador de las letras” o “fabricante de cuartillas”, permanentemente inmerso en un “oleaje de cuartillas” (p. 58).

El estatuto material y funcional de esta correspondencia es muy variopinto: desde los telegramas enviados a Concha Morell en 1888, con su lacónico y repetido “Sin novedad”, hasta los tres pliegos que llena Galdós para defender a su Gloria ante José María de Pereda (49-51), pasando por los escuetos billetes despachados por mero compromiso. Para todo sirve la correspondencia. [End Page 89]

En esta edición, mucho es de valorar el preciso y económico sistema de anotación (¡son más de 3750 notas de referencias y variantes!) que útilmente aclara pero no lastra la lectura, completado por un muy seguro Diccionario-Índice de nombres y títulos: quien se haya internado por la intricada selva del campo literario y político español de aquella época sabrá apreciar el esfuerzo realizado. Lástima que los editores que se cuidan de mejorar, cuando cabe y es posible...

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