Abstract

Aunque el español goza en Estados Unidos de un creciente capital demográfico y, por tanto, económico y social, es una lengua con escasa legitimidad cultural e intelectual por su vinculación a la inmigración y a la pobreza. El propósito de este artículo es examinar la relación entre la pujanza social y económica del español y su desprestigio cultural en Estados Unidos, así como las consecuencias de esta desigualdad de capitales en su enseñanza universitaria: por un lado, la visión instrumental del español como lengua global y, por otro, la trivialización de su sustrato cultural e intelectual. Este artículo intenta mostrar que todas estas cuestiones, que se suelen considerar de manera aislada e independiente, están íntimamente ligadas y por tanto deberían abordarse conjuntamente.

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