Abstract

When Philip II assumed his reign in the mid 16th-century, the Spanish monarchy had fully consolidated its dominion over America, with Indigenous kingdoms subdued, and Spanish authority in place, however, lifestyle indigenous practices continued in outlying zones. Among Philip II’s more creative agents dispatched to the Americas was a medical botanist, his Protomédico de Indias, Francisco Hernández, whose practice of eclectic humanism—experimental medicine and theological neoplatonism—resulted in one of the more diverse intellectual works of the era. Directed through utopian thinking, his ethnographic witness and testing of “Indian” medicine and cuisine, referred to as recipes of the ancient Mexicas, left an extensive legacy of manuscripts examined in this study for initial stages of a process of mixing cultural practices.

Abstract

Al llegar Felipe II al trono por mediados del siglo XVI, ya estaban sometidos los reinos del mundo indígena, y la monarquía española sobre América ya estaba consolidada. Pero a pesar de la maquinaria de la colonización, la práctica cotidiana continuaba en zonas alejadas del asiento colonial. Los viajes de uno del los agentes más creativos enviados por el reino de Felipe, su Protomédico de Indias, Francisco Hernández, resultó en una de las obras intelectuales más diversa y universal de la época. Desde un humanismo ecléctico—de medicina experimental y neoplatonismo teológico—y pensamiento utópico, probó las recetas de los antiguos mexicas, y fue testigo etnográfico de la medicina y gastronomía indígena. Se estudian aquí ejemplos de sus documentos por referencias y proceso de una mezcla de prácticas culturales.

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