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  • El celuloide mecanografiado: La poesía cinemática de E. A. Westphalen by Chrystian Zegarra
  • Dinorah Cortés-Vélez
Zegarra, Chrystian. El celuloide mecanografiado: La poesía cinemática de E. A. Westphalen. Madrid: Verbum, 2013. Pp. 226. ISBN 978-8-47962-951-9.

A fin de demostrar la influencia cinematográfica en la lírica del poeta peruano Emilio Adolfo Westphalen, en particular en lo que toca al diálogo de la misma con la aceleración que trajo la modernidad, Chrystian Zegarra explora, en El celuloide mecanografiado: La poesía cinemática de E. A. Westphalen,el nexo entre cine y poesía en el contexto latinoamericano. El libro presenta un diseño argumentativo que va de lo general a lo particular, de modo tal que los primeros tres capítulos se elaboran contra un telón de fondo que abarca: la mecanización veloz que conllevó la empresa moderna, el culto (futurista) a la máquina, la tendencia a la automatización del surrealismo y la emergencia del cine como fenómeno que habría de revolucionar la poesía de las vanguardias en América Latina. En el capítulo final, se analiza la poesía de Westphalen y, [End Page 842] en específico, el modo en que tiempo y movimiento se entretejen en la misma por medio de la representación contestataria de lo erótico como práctica desaceleradora.

En el capítulo 1, Zegarra analiza la distancia crítica que asume Westphalen ante dos aspectos poéticos de la vanguardia, la velocidad moderna y el automatismo surrealista. Arguye Zegarra que la poesía de Westphalen se sumerge en un ciclo de rapidez y lentitud propio de la dinámica cinematográfica. Emerge entonces la poesía westphaleana, con “la suspicacia ante la velocidad incontrolada” (31); es decir, como antídoto, con sus patrones de desaceleración, contra una mecanización veloz. Al mismo tiempo, se puntualiza que Westphalen se afilia al surrealismo a partir de la década de los treinta, en su poesía, y de la de los cuarenta, sobre todo en su prosa, pero lo hace heterodoxamente, toda vez que adopta una mirada crítica ante la “insuficiencia” del automatismo surrealista para capturar la complejidad humana.

En el capítulo 2, se explora la relación entre las coordenadas de imagen, tiempo y movimiento con miras a llevar a cabo una exploración del vínculo entre cinematografía y vanguardia. Este capítulo examina el prólogo que Westphalen escribió para el libro de poesía Difícil trabajo (1935) de Xavier Abril. En este prólogo, aduce Zegarra que Westphalen elabora una suerte de manifiesto sobre cine y poesía, que resulta fundamental para entender su poesía de los años treinta. Se hace mención de las influencias cinemáticas rusas en la poesía de Westphalen, según se ponen de manifiesto en este texto. Dichas influencias tocan, más que nada, la dialéctica que pone en conflicto y colisión los elementos fílmicos; se trata de una técnica que, según Zegarra, Westphalen traspone a su poesía. Este segundo capítulo funciona como una buena introducción a la teoría fílmica en su conexión con las vanguardias.

En el capítulo 3, se pasa revista de la historia del cine en el Perú. Se destaca el carácter revolucionario que tuvo la filmografía de Chaplin entre los poetas vanguardistas peruanos. Se exponen importantes teorías fílmico-poéticas, como la que elabora el poeta César Vallejo. Se examina, asimismo, la relación entre fotografía y cine que se desprende de la gestión artística e intelectual del peruano José María Eguren, a partir de las coordenadas de quietud y movimiento. Se reflexiona sobre cómo esta mirada cinematográfica de la poesía incide en un proceso de mecanización y pérdida del aura ritual del arte poético. El cine “democratiza” (133) a la poesía, a la misma vez que Hollywood des-ritualiza el aura del séptimo arte al comercializarlo y difundirlo entre...

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