Abstract

The geography of provisional ballots is a realm of electoral geography that is increasingly important since such ballots can frequently shape electoral outcomes. That said, it is an area of inquiry that remains considerably under-researched. The purpose of this paper is to partially remedy this deficiency by highlighting the geographic significance and overall impact of the 52,000 provisional ballots cast during the 2008 presidential election in North Carolina. The paper focuses on a comprehensive analysis of the spatial distribution of provisional ballots in both absolute and relative terms by county. Based on a regression analysis we highlight the links that exist between the number of provisional ballots cast by county and various predictor variables. The research found that older, well-educated, predominately white counties found in Western and Coastal North Carolina cast fewer provisional ballots than other counties. Furthermore, counties with long agricultural histories and “minority-majorities” located in the northeastern part of the state cast provisional ballots at much higher rates.

Abstract

La geografía de los votos provisionales es un ámbito de la geografía electoral cada vez más importante, ya que tales votos con frecuencia pueden influenciar los resultados electorales. Dicho esto, es un área de investigación que sigue siendo considerablemente poco investigada. El objetivo de este trabajo es remediar parcialmente esta deficiencia poniendo de relieve la importancia geográfica y el impacto global/total de los 52.000 votos provisionales de Carolina del Norte durante las elecciones presidenciales de 2008. El documento se centra en un análisis exhaustivo de la distribución espacial de los votos provisionales tanto en términos absolutos como relativos por condado. Basado en un análisis de regresión se destacan los vínculos que existen entre el número de los votos provisionales por condado y diversas variables predictoras/pronosticadoras. La investigación encontró que los condados más viejos, bien educados, predominantemente blancos del oeste y de la costa de Carolina del Norte recibieron menos votos provisionales que otros condados. Además, los condados con un largo historial agrícola y “minoría-mayorías” situados en el noreste del estado tuvieron cantidades mucho más altas de votos provisionales.

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