Cronología del cine cubano I (1897–1936) by Arturo Agramonte y Luciano Castillo, and: Cronología del cine cubano II (1937–1944) by Arturo Agramonte y Luciano Castillo, and: Cronología del cine cubano III (1945–1952) by Arturo Agramonte y Luciano Castillo (review)

Arturo Agramonte (1925–2003) y Luciano Castillo (1955) emprendieron hace años la tarea de evaluar el desarrollo del séptimo arte insular antes de 1959, ingente investigación que ha visto publicados hasta ahora tres tomos sobre las etapas que cubren desde 1897 hasta 1952, y está pendiente publicar el cuarto tomo, de 1953 a 1958.

Es una erudita historia del cine cubano. La trilogía rescata una memoria histórica, muy desdibujada en el siglo XXI, por la dispersión de testimonios y documentos y la desaparición de una gran parte de la producción fílmica anterior a 1959. Súmese el hecho de que la fundación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) en 1959 propició que se prestase poca atención al proceso de gestación precedente. La investigación de Agramonte y Castillo devela un trasfondo histórico importante para comprender la evolución del séptimo arte en Cuba, y vital para una percepción del transcurrir general de la cultura insular. Los tres tomos publicados no son estrictamente una cronología, sino la historia cultural de la fundación de un cine cubano de 1897 a 1952. Es una investigación apasionada de la memoria cultural del país, por cuyas páginas desfilan el cine, el teatro, la literatura, el periodismo, la música, y, para decirlo todo, la mentalidad de la época. Incluso se rescata una visión de La Habana con barrio cinematográfico en la calle Consulado.

Cronología del cine cubano (1897–1936) pone a la luz no sólo vasos comunicantes con distintos factores del séptimo arte —recepción, difusión, tecnologías, locaciones, etc.— en esos años, sino que también sitúa en escena el fondo vivo de la historia de nuestro cine. El segundo tomo (del periodo 1937–1944) es también eficiente en el análisis crítico, incluso apasionante, como el análisis del filme La serpiente roja, derivado de una serie radial del prolífico Félix B. Caignet. Se rescatan otros muchos procesos colaterales, como el Primer Congreso de Arte Cubano de 1939. En este marco, se evidencia el tesón de quienes soñaron con consolidar el cine cubano como José Manuel Valdés-Rodríguez. La obra descubre y organiza toda la información conservada hasta hoy sobre filmes de ficción y documentales de esos años. Tanto como una revisión de los filmes proyectados o gestados en el período, se examinan los proyectos de un espacio institucional para el cine nacional, como la Cuba Sono Film.

La obra ilumina la consolidación de una crítica de cine nacional, expresada en la presencia ya sistemática de firmas de creciente prestigio, como José Manuel Valdés-Rodríguez, Andrés Núñez Olano o Gonzalo de Palacio, y en la constitución de la Asociación de Redactores Teatrales y Cinematográficos.

En el tercer tomo (del periodo 1945–1952) un momento de particular concentración se ocupa de la organización de esfuerzos para afianzar el cine cubano. El libro examina las gestiones de la Agrupación de Técnicos Cinematográficos de Cuba y del Sindicato de Obreros de la Industria Cinematográfica. El componente cultural resulta aún más afilado que en los tomos anteriores: se abordan relaciones entre cine y literatura nacional, y se tiene en cuenta el mayor desarrollo de la música cubana y su impacto sobre...