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Reviewed by:
  • Afro-Cuban Identity in Post-revolutionary Novel and Film: Inclusion, Loss, and Cultural Resistance by Andrea Easley Morris
  • Lidia Verson Vadillo
Andrea Easley Morris. 2011. Afro-Cuban Identity in Post-revolutionary Novel and Film: Inclusion, Loss, and Cultural Resistance. Maryland: Bucknell University Press. 204 pp. ISBN-10: 1611484227.

Afro-Cuban Identity in Post-revolutionary Novel and Film: Inclusion, Loss, and Cultural Resistance, de Andrea Easley Morris (2011) se circunscribe dentro de los escritos actuales que retoman la representación del negro en la narrativa cubana y examinan su respectiva importancia en la formación de la identidad nacional. Ambas temáticas, dicho sea de paso, no son nada novedosas para la crítica literaria de dentro y fuera de la Isla. Recordemos que ya incluso desde la época colonial, la literatura cubana intentó condenar las injusticias de la esclavitud. Desgraciadamente, se impuso el discurso del blanco, y la imagen del negro que entonces se construyó lo reducía a una suerte de prototipo humano: que bien se desdeñaba por su condición de inferioridad, o inspiraba sentimientos paternalistas. Cuando, por el contrario, y ya en plena era republicana, trató de dar una versión diferente de su persona y de sus prácticas culturales, la hegemonía blanca continuó de relieve, y entonces, pecó por ofrecer un folklorismo exótico y mediocre, una muestra absoluta de desconocimiento antropológico, al carecer de un marco referencial con el cual descifrar este mundo ajeno y, definitivamente, cautivante. Aun así, en su gran mayoría, la representación literaria del negro continuó encarnando un elemento socialmente despreciado en [End Page 248] espera de ser reformado. Sus personajes certificaban los más diversos estereotipos de marginalización racial, entre los que, por ejemplo, se destacan: la negra maliciosa y hechicera, los ñáñigos asesinos, los mulatos pandilleros y, por supuesto, la mulata sensual y seductora.

Ahora bien, lo que sí pudiera ser novedoso en el texto de Morris es que analiza producciones literarias y fílmicas que fueron difundidas en Cuba entre 1960 y 1970 desde la tradición de los estudios culturales, coloniales y postcoloniales. Esto con el propósito de determinar las maneras en que sus creadores respondieron, deliberada o involuntariamente, a lo que considera una redefinición de las nociones de identidad y cultura nacionales, en contraste con el discurso revolucionario y oficialista que abiertamente pregonaba la erradicación de las prácticas segregacionistas y sus secuelas más evidentes.

Consecuentemente, a través del análisis que hace de las obras de Manuel Granados, Miguel Barnet, Nivaria Tejera, César Leante, Manuel Cofiño, Tomás Gutiérrez Alea, Sara Gómez y Sergio Giral, Morris pretende mostrar lo que la población negra, como si la mulata no existiera y tuviera sus propias inquietudes, aspiraciones y dilemas, realmente ganó y perdió en los años subsiguientes al triunfo revolucionario. Y para ello, se vale de lo que entiende es un rasgo conector y recurrente en estos trabajos: la historicización de las prácticas segregacionistas en la Isla, y la ratificación de ciertas experiencias culturales y de género, dentro de la construcción tanto de paradigmas raciales como de una identidad étnica. De aquí que su texto se centre fundamentalmente en una serie de cuestionamientos, a los que a su vez intenta darles respuesta a partir del análisis de las obras señaladas. Así, por ejemplo, se pregunta: ¿Cuál es el lugar para los descendientes de africanos en la nueva sociedad cubana?; ¿cuáles son las limitaciones impuestas o autoimpuestas a la hora de abordar el tema del racismo en la Cuba postrevolucionaria?; ¿cómo la ideología revolucionaria abordará una nueva reescritura de la historiografía de la Isla?; y ¿hasta qué punto esta nueva doctrina podrá desprenderse de los prejuicios raciales del pasado? Finalmente, Morris pretende ilustrar cómo los cambios revolucionarios de ideología y, supuestamente, de identidad cultural no fueron suficientes para eliminar el pensamiento esclavista suscrito a la mentalidad del país y a la representación racial que permea su expresión artística, y que en mi opinión, en muchas instancias, también determina el...

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