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  • Entrevista a Ximena Escalante
  • Alfonso Varona

Ximena Escalante nació en la ciudad de México en 1964, y estudió dirección escénica en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el Centro Universitario de Teatro (CUT) con Ludwik Margules. Posterior-mente cursó la licenciatura en escritura y ciencias teatrales en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD) de Madrid. De esta etapa temprana datan los textos La siesta de Pirandello (1996) y Cary Grant (1997).

Escalante irrumpió en la escena teatral mexicana con Fedra y otras griegas en el año 2002. Este texto se ha estrenado en Canadá (Ottawa, Quebec y Montreal), Nueva York, Francia (París y Lyon), Atenas y Bogotá. A partir del 2004 destacan las escenificaciones de Yo también quiero un profeta (2004), Colette (2005), La piel (2006), Andrómaca Real (2006) y Electra despierta (2009), entre otros títulos, con una sobresaliente recepción crítica del público. En sus propias palabras: “llevo una década produciendo, publicando y representando obras ininterrumpidamente –desde 2002 hasta el 2010 he tenido todos los años al menos tres obras en escena– en México y en otros países”.1

La presente entrevista tomó lugar en el café El Péndulo de la colonia Roma, en la ciudad de México, el lunes 29 de julio del 2013. Buena parte de la conversación versó sobre la escenificación de sus textos más recientes, Las relaciones (sexuales) de Shakespeare (y Marlowe) y Tennessee en cuerpo y alma.2

Primer acto

¿Qué maestros/as consideras fundamentales en tu formación? ¿Cuáles consideras tus influencias literarias?

En primer lugar, mi abuelo, que era director de teatro y escritor, y que de alguna manera me empujó con la fascinación que le producía su trabajo. En segundo lugar, la biblioteca de mi casa, una biblioteca extraordinaria que me permitió desde muy joven un viaje autodidáctico, y yo misma fui reconociendo [End Page 131] y encontrando. A partir de ahí tengo maestros e influencias muy precisas y directas. En el plano del teatro está Ludwik Margules, un director de teatro muy importante en México y además gran formador. Hugo Argüelles, fue mi primer maestro de dramaturgia, Antonio González Caballero, Vicente Leñero, Juan José Gurrola. Todos ellos fueron mis maestros en mi adolescencia y mi primera juventud. Me siento muy ligada a ellos en distintos sentidos, con cada uno tengo una aproximación muy directa a ciertos temas o ciertas afinidades o la elección de ciertos caminos. Ellos me indujeron a ciertos tipos de lecturas. Maestros importantes para mí son Chejov y Strindberg. Posteriormente Beckett y Jean Genet. Luego, durante el periodo que viví en España, fueron muy importantes José Luis Alonso de Santos y Ricardo Doménech. Esos han sido mis parámetros. Y desde luego mis dramaturgos griegos, Shakespeare y Pirandello.

Estilísticamente tu obra se caracteriza por el manejo de escenas breves, y de diálogos truncos entre los personajes. Temáticamente veo la reescritura tanto de la mitología (particularmente la griega), como de la vida de dramaturgos (como Colette, William Shakespeare y Tennessee Williams). Lo anterior en conjunto, con un énfasis en las relaciones amorosas. ¿Hasta qué punto estás de acuerdo con mi comentario? ¿Qué agregarías?

Estoy totalmente de acuerdo con tu comentario. Agregaría que Tennessee en cuerpo y alma no es una obra sobre el amor. Se habla sobre el amor, la demanda de amor, pero no existe una relación amorosa real. Es toda una fantasía de un personaje fantástico que está fantaseando, es una metahistoria de amor o una historia meta-amorosa. En el caso de Las relaciones de Shakespeare aunque el meollo del asunto es el amor, porque las historias que no terminó de escribir Marlowe son de amor, lo que ocurre en la historia real es más una historia de ciudad, de encuentros caóticos, de personajes. Pero no es el centro la historia del amor, aunque está ahí metido.

En tu carrera desde el estreno de Fedra y otras griegas en el año 2002, ¿cu...

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