Abstract

La comedia de Gaspar Aguilar, El gran Patriarca don Juan de Ribera (1611-1616), explora una serie de factores que afectaron la evangelización de los moriscos. Al recrear las gestiones del obispo valenciano, la obra expone las tensiones políticas, religiosas y culturales precedentes al decreto de expulsión de los cristianos nuevos. Para destacar el papel que el futuro santo desempeñó en el evento, Aguilar elude los componentes político-legales que determinaron el destierro y se centra en condenar la imposible conversión del descendiente musulmán. Del mismo modo, el drama ofrece una explicación a la reducida muestra de obras que versan sobre los moriscos expulsados en el teatro español de la temprana modernidad. Al incorporar las reacciones de asombro por parte de personajes a otros decretos de expulsión, se sugiere que el aplauso a la medida de Felipe III no fue unánime. A través del festejo, esta obra hagiográfica esconde una crítica a la deportación y devela un gesto compasivo hacia el exiliado. Para contextualizar la comedia, este estudio propone leerla como un escrito destinado a una posible fiesta que impulsara la santificación del Patriarca y que agilizara un proceso que duraría tres siglos. Finalmente, se analiza cómo el ejemplar entabla un diálogo directo con un poema épico del mismo autor sobre los moriscos que marchan hacia el exilio.

pdf

Share