The Saint from Ávila at the Fin-de Siglo by Denise Dupont (review)

Writing Teresa explora la fascinación por Teresa de Ávila según se refleja en las letras españolas durante el periodo de la Restauración, en tanto que fenómeno extendido, pero que en su libro Denise Dupont centra en la trayectoria literaria y crítica de cinco nombres: Clarín, Emilia Pardo Bazán, Miguel de Unamuno, Azorín y Blanca de los Ríos. Éstos abordan directamente la figura de Teresa de Cepeda y Ahumada en su obra ensayística o crítica. En el caso de Unamuno, en la poética también. En la teatral y narrativa, la santa trasunta en personajes ficticios que reflejan sus aspiraciones y aptitudes. En esta constelación de escritores, Clarín y Pardo Bazán aparecen como “padres” del movimiento finisecular de revisión teresiana, que en casos como el de Azorín se extiende hasta bien entradas varias décadas del siglo XX. Establece el primero un contacto de crítico con el resto de autores tratados. En el caso de doña Emilia, cuya progresión en la visión de santa Teresa según refleja su obra es quizá la más claramente trazada por DuPont, se establece una alineación con la más joven Blanca de los Ríos. Comparten ambas, resume la autora del estudio, una identificación con el modelo de rol femenino activo fuera de los confines domésticos, y en continua negociación dentro de una esfera pública en la que los intelectuales hombres, por el contrario, se saben influyentes.

En la introducción que precede a los cinco capítulos, correspondientes a cada uno de los escritores, DuPont delinea los grandes temas de preocupación contemporánea con los que la intelectualidad del salto de siglo puede vincular a Teresa de Ávila, su persona, experiencias y escritura: la nación, la religión, la cuestión de género y la práctica literaria. Dichos temas prenden bien en el terreno de los cambios en materia estética, donde la espiritualidad, el misticismo y el idealismo surgen como alternativa a la racionalidad y el positivismo.

En la obra de Clarín, DuPont identifica una tensión entre asociar a santa Teresa con la búsqueda activa de soluciones utópicas a los problemas sociales del fin de siglo, por un lado, y por otro con una idealizada fe mística heredada de la educación materna. Es este un rasgo nostálgico que comparte con Unamuno, y que DuPont termina identificando como característica común a los tres autores masculinos estudiados, a pesar del alejamiento o ruptura con la práctica religiosa que todos ellos establecen en un determinado momento. La naturaleza femenina de la de Ávila invita también a Clarín a una reflexión matizada sobre la mujer en la actividad literaria, idea a la que por lo general se muestra antagónico. En La Regenta, la figura aparece en el eje del debate sobre el misticismo femenino enfermizo. Allí y en otras obras, también en el trasfondo de la actitud mística y de altura moral como objeto del deseo masculino. De diferente manera, Pardo Bazán estaría mirándose en la santa del siglo XVI para construir su propia definición de intelectual en la esfera pública, donde aquella ha de presentar un modelo de liderazgo de comunidad femenina. Luego también en un ámbito individual e intimista, reflejado en algunas protagonistas de novelas tardías, como La quimera y Dulce sueño. Una dicotomía en esa dirección se percibe igualmente en la obra de Unamuno, en el heroísmo de personajes femeninos como el de Ángela en San Manuel Bueno mártir o el de Tula, cuya fortaleza y autocontrol derivan finalmente en una libertad obtenida del sacrificio y la contemplación solitaria. También es para Azorín la característica principal de santa...