Independencias, revoluciones y revelaciones: doscientos años de literatura mexicana ed. by Alicia Rueda Acedo, Ignacio Ruiz-Pérez y Rodolfo Mendoza Rosendo (review)

Los verbos “conmemorar” y “celebrar” coinciden en varias de sus acepciones. Esta compilación, Independencias, revoluciones y revelaciones [IRR], podría sugerir, sin embargo, que conmemorar es una cosa y celebrar otra. El ejercicio de la memoria histórica no necesariamente se alía, pues, con la procuración de incentivos al festejo, al encomio o a la alabanza. El cumplimiento, el pasado 2010, del bicentenario y centenario de la Independencia y la Revolución Mexicana respectivamente, ofreció una oportunidad inmejorable más que de periodizar o celebrar, de efectuar una evaluación transversal y multisectorial de los logros, malogros y pendientes en cada uno de los órdenes fundamentales de la vida nacional. Por ello, en diferentes foros se criticó tanto el dispendio en fuegos fatuos y luminosas estelas como el desaprovechamiento gubernamental de la ocasión para profundizar en el análisis, la consulta y el debate constructivo, por una parte, como para la planificación y posible corrección, por la otra. En ese contexto, muchas instituciones educativas, organismos de promoción cultural y hasta empresas privadas hicieron su parte en cumplir con esa tarea guiados unos, por un compromiso con la mencionada memoria histórica y hasta un cierto sentido de civilidad, otros por un evidente oportunismo comercial no siempre censurable pues, a fin de cuentas, la historia es también un objeto de consumo. En el campo específico de la creación, la investigación y la crítica literarias, numerosos encuentros y publicaciones sobre el particular avanzaron en el revisionismo de la historia oficial. En el ámbito académico, al menos, quedó plenamente constatado que se vive una época en donde el discurso emanado de la Revolución Mexicana ha sido reemplazado, aunque el o los constructos ideológicos que han ocupado su lugar aún requieran de un análisis profundo en referencia a su impacto cultural y no solo económico y social.

En esa tendencia se inscribe IRR. Este volumen binacional recoge ensayos de académicos de reconocida o reciente trayectoria representando una gama de perspectivas teóricas, abordajes metodológicos e, inclusive, de realización formal que va desde meras propuestas a estudios a fondo. En el prólogo, los compiladores señalan que: “quienes colaboran en este volumen … han realizado una suerte de revelaciones, señas y testimonios no sólo sobre la Independencia y la Revolución, sino también sobre su lectura del mexicano, sus tradiciones, su literatura y su cultura general” (9). Se trata, entonces, de un pequeño compendio sobre el “ser mexicano” y su cultura, además de un recorrido por la literatura que aborda dos de los tres hitos más importantes de la historia mexicana. No mencionan, empero, si partieron de una propuesta o hipótesis particular como podría serlo, por el tipo de acontecimientos de que se trata, de una aproximación, desde el marco de la crítica poscolonial, a la cultura de la Independencia, en su relación con los estertores del antiguo orden colonial y aquélla de la Revolución Mexicana, en su relación con la emergencia y/o imposición del orden neocolonial. La diversidad prevalece y el interés particular domina por sobre un posible plan maestro. Hay, pues, una polifonía crítica. De ahí que en la lógica organizativa de un material que excede el medio millar de páginas, los compiladores hayan procedido a agrupar los ensayos en “libros” o secciones organizadas cronológicamente, aunque con cierta flexibilidad. En los dos primeros, “Independencias” y “Revoluciones”, se abordan textos y autores del siglo diecinueve y de la primera mitad del veinte. En el primero, entre otras cosas se discute el papel de la novela histórica y el rol político-cultural que desempeña, junto...