Abstract

Este ensayo analiza la función de la temporalidad en relación con el género y el deseo sexual en la obra La Tribuna (1883) de Emilia Pardo Bazán. Identificando a la joven protagonista con la emergente república, La Tribuna establece una clara alegoría de la nación que evoca su nombre coloquial “la niña bonita.” Así, a primera vista, la novela parece establecer una ideología heteronormativa de la mujer-nación—orientada hacia un futuro simbolizado por la pubertad y la reproducción biológica. Sin embargo, en un capítulo titulado “El Carnaval de las cigarreras”, una celebración colectiva del travestismo provoca un deseo aberrante por parte del futuro amante burgués. Partiendo de una perspectiva queer, se arguye aquí que este performance suspende las normas del género y acaba transformando el sujeto masculino de la república, transformación que interrumpe la trayectoria del tiempo hetero-nacional.

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