Abstract

Este artículo analiza la novela Mil y una muertes del nicaragüense Sergio Ramírez con un énfasis en los temas de lo fantasmal, fotografía e identidad nacional. Partiendo de un cuestionamiento de la “internacionalización” de la temática novelística de Ramírez, este artículo describe cómo el personaje principal de la novela, el fotógrafo Castellón, evoca fracasos personales y estéticos que por otra parte alumbran condiciones de infraciudadanía de cuerpos sujetos a la merced del estado y situados al borde de la catástrofe. Al mismo tiempo, la frustración vital de Castellón es eco de una frustración simbólica más amplia, la de Nicaragua como proyecto nacional basado en las aspiraciones del canal interoceánico y la inversión extranjera. El fracaso artístico de Castellón es un correlato del fracaso moral de una generación previa de políticos inconscientes de las contradicciones de cualquier proyecto de estado-nación moderno o de articulación nacional asentado sobre las bases de la exclusión.

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