Gabriela Mistral y los Estados Unidos (review)

Estamos ante una edición especial realizada por la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE) con motivo de la celebración del Congreso de la Lengua en Valparaíso. Este volumen colectivo está organizado alrededor de la vida y obra de Gabriela Mistral en los Estados Unidos, una figura clave y persistente en el discurso cultural hispanoamericano de nuestro presente. Se trata de un homenaje a la poeta chilena que recoge valiosos datos, impresiones y recuerdos de su experiencia en los Estados Unidos, lugar en donde vio publicado su primer libro y en donde asentó una huella cultural y literaria imborrable.

El volumen se compone de dieciséis ensayos y una sección que recoge escritos de Mistral sobre los Estados Unidos, textos ilustrados en sugerente diálogo con fotografías de Gerardo Piña-Rosales. En los trabajos reunidos en este libro hay distintos puntos de vista que muestran la diversidad de su trayectoria por este país. En efecto, los ensayos realizan no solo un análisis sobre la escritura y la vida de Gabriela Mistral, sino también de otros aspectos que quedan por explorar y que contribuyen a la expansión del conocimiento sobre su desarrollo humano y literario, y su pensamiento ético y estético.

Tras una "Presentación" del volumen, los tres primeros ensayos versan sobre la vida y obra de la poeta: "Los rostros de Gabriela", por Orlando Rodríguez Sardiñas (Rossardi); "Gabriela Mistral en California", por Víctor Fuentes; y "Apostillas a una polémica editorial en torno a Gabriela Mistral", por Alberto Acereda. Con una prosa amena y cercana, Marie-Lise Gazarian, quien conoció personalmente a la poeta, nos presenta en su ensayo "Recordando a Gabriela Mistral" un retrato de su faceta más humana y personal. La autora de este ensayo, a quien la autora chilena le dio el apodo de "Niña Azul", nos desvela detalles de cómo era su vida en Roslyn Harbor y de sus horas de trabajo y ocio. Nos relata, por ejemplo, el gusto de Gabriela Mistral por dar apodos "tanto a sus amigos como a la misma naturaleza", mientras que a sí misma solía llamarse "patiloca" (142). El ensayo enfatiza la relación de Mistral con la creación literaria y nos recuerda que, para la poeta, la palabra "tenía alas, y había que cuidarla y perfeccionarla, con un afán casi místico" (143). Los dos principios que dominaron su vida tanto personal como literaria se resumen de la siguiente manera: "La escritura era un camino hacia la perfección, y el libro, una ofrenda que regalaba a los demás" (144). Por su parte, Christian Rubio explora las ideas de la poeta y se centra en los 29 artículos que la Premio Nobel escribió para La Nueva Democracia de Nueva York, exponiendo su posición sobre la religión, la política, el feminismo y la educación. Afirma el autor de este ensayo que, aunque anclada en el catolicismo, para Gabriela Mistral la religión debía tener un papel fundamental y activo en la sociedad, como el de promover la justicia social, la paz y la igualdad (66), ideas que entroncaban a su vez con su credo político. En cuanto al feminismo, este ensayo resalta ciertos desacuerdos de la poeta ante los grupos feministas. Para ella, los trabajos, tanto intelectuales como manuales, "deberían estar divididos de acuerdo al sexo de las personas" (76), si bien es cierto que ella misma se declaró "feminista con reservas al programa máximo" (77).

Entre los ensayos que exploran su obra poética se destaca el de Manuel Garrido Palacios, "Leyendo a Gabriela Mistral en Nueva York"; el de Luis Pérez Botero, "Gabriela Mistral y Odón Betanzos Palacios (Sonetos de la muerte)"; el de Yara González Montes, "Gabriela Mistral: Lírica trashumante"; y el de Luis Alberto...