¿Cómo puedes ser tan negro?: Rap y racismo en España. Entrevistas con Frank T y El Chojín

El boom de la inmigración a España que se produjo a finales del siglo pasado y que duró hasta la crisis económica actual ha originado diversos cambios en el país a nivel nacional e igualmente en la vida diaria de sus habitantes. Con un poco de retraso, se han ido editando trabajos académicos acerca de tal fenómeno. Junto con unos estudios sobre la inmigración escritos en la década de los noventa, existe ya una literatura abundante acerca de lo que podría llamarse la nueva cara de España. En su mayoría estas publicaciones analizan las causas y los efectos sociológicos de la inmigración, y su marco regulador.²

Paralelamente, aunque en menor medida, han ido apareciendo artículos y libros acerca de la presencia en la producción cultural española de gente de origen extranjero.³ No obstante, hay lagunas dentro de este campo en las que es necesario indagar. Casi todos estos estudios se centran en personajes foráneos ficticios, creados además por españoles nativos; sobre la producción cultural realizada por miembros de estas diásporas—de cómo se autorepresentan y cómo explotan el arte para sus propios fines—se ha escrito muy poco. Es más, en la literatura sobre este tema hay un excesivo énfasis en la figura del inmigrante, contrapuesto al español nativo. Dicha dicotomía resulta especialmente estéril a la hora de analizar la relación entre la actividad artística y cuestiones de identidad nacional.

Las entrevistas transcritas más adelante se desarrollan en el marco de un proyecto de investigación que pretende llenar las lagunas mencionadas anteriormente. Este proyecto forma parte de otro más amplio sobre la etnia en España y su representación a través de la actuación sobre el escenario de un teatro, en la pantalla grande y pequeña, y en la música grabada y en vivo.⁴ Con este objetivo quise entrevistar a Frank T (Franklin Tshimini Nsombolay) y al Chojín (pronunciado ʧɒ’jɪn) (Domingo Edjang Moreno) ya que son los dos MCs negros más conocidos en España hoy día, y los artistas de origen africano de carrera más perdurable y de mayor presencia pública.⁵ El rap en castellano ha gozado de una atención académica casi nula hasta ahora ya que sigue siendo un género secundario en comparación con los folclóricos y los más internacionales, como el pop y el rock. La primera y única historia del rap en castellano narra su nacimiento a finales de la década de los ochenta, su reaparición en 1994—después de un paréntesis forzado por el auge de la música bacalao—con Madrid, Zona Bruta, el disco de debut de uno de los grupos fundamentales en la historia del rap español El Club de los Poetas Violentos (CPV), y su posterior consolidación en 2005.⁶

Frank T es una de las figuras más importantes del rap español de los últimos veinte años. Miembro fundador del CPV, se separó de este grupo después de su primer elepé. En 1996 sacó Konfusional, una recopilación de temas de cuando militaba en CPV sumados con otros nuevos. En este disco aparece el primer tema suyo en que trata del racismo, “Sabio joven negro estudiante,” que relata el fracaso de un hombre de negocios blanco después de oponerse a la relación de su hija con un empleado negro. En su primer disco de material original, Los pájaros no pueden vivir en el agua porque no son peces (1998)—título que alude a la marginación padecida por motivos como el color de piel—comienza a relacionar este asunto con la cuestión de la nacionalidad. En “La rebelión de los X’isianos” (en que rapea también El Chojín) explica que:

Yo solamente soy el...