El poder y el proyecto (review)

Recientemente publicado por la Editorial Oriente, este libro está llamado a convertirse en un referente imprescindible para todo el que a partir de hoy se proponga reflexionar en torno al presente y sobre todo al futuro de la Revolución Cubana. Y hacerlo, además, sin perder de vista el pasado, porque si hay una estrategia empleada por el pensamiento y el discurso hegemónico de la derecha mundial es precisamente la del olvido, el olvido intencional de la historia, como si todo estuviera sucediendo constantemente de nuevo, sin raíces en sucesos anteriores. Hay una frase del gran historiador norteamericano Howard Zinn que expresa esta realidad de modo insuperable, cuando afirma que en los Estados Unidos, "el pasado no está muerto, ni siquiera es pasado", y ello, como decía, es parte de una bien pensada estrategia de dominación cultural ante la que no podemos quedar inermes.

El libro toma como pretexto (y empleo este término en su sentido etimológico: lo que antecede al texto), como contexto y, por supuesto, como texto en sí mismo, el discurso de Fidel Castro en la Universidad de la Habana el 17 de noviembre de 2005, que constituye la primera parte del conjunto; un discurso verdaderamente trascendente, que quizás no ha recibido en Cuba toda la atención, ni ha generado todo el debate social, que merece. Este discurso funciona, pues, como pretexto y contexto para la reflexión, que no exégesis, pues en la segunda parte ("Los problemas que dan lugar a la pregunta") los diferentes panelistas exploran sus significados, no ya sólo los explícitamente sugeridos por Castro, sino también los implícitos y hasta los subyacentes, yendo mucho más allá de las palabras del comandante para avizorar los diversos caminos que se abren para Cuba y sus previsibles (y no tanto) consecuencias. Las preguntas y respuestas entrecruzadas cubren un amplísimo horizonte temático que resulta un verdadero muestrario (no todo lo completo que pudiera desearse, nos advierte el entrevistador) de los variados enfoques y análisis manejados hoy en el terreno del pensamiento social cubano.

La tercera parte ("El ayer y el hoy, o ¿qué es necesario continuar?"), incluye entrevistas a figuras de la talla de Roberto Fernández Retamar, Ana Cairo, Graziella Pogolotti y Alfredo Guevara, en torno a la memoria como política, indagando en la tradición del pensamiento revolucionario cubano, en sus grandezas y sus fallas, para abrir entonces en la cuarta parte ("El hoy y el mañana, o ¿qué es necesario cambiar?") una nueva serie de entrevistas a intelectuales destacados en diversos campos—Fernando Martínez Heredia, Esther Pérez, Raúl Suárez, Mayra Espino y Milena Recio—quienes reflexionan sobre el momento actual y aportan sus criterios sobre los peligros y posibles caminos para nuestra revolución. El volumen cierra con un anexo ("El debate y el socialismo") que recoge el discurso de Raúl Castro en Camagüey en julio de 2007, junto al informe de la Comisión de Cultura y Sociedad y algunas de las intervenciones de los delegados al VII Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, a manera de actualización pues los textos anteriores fueron organizados en el año 2006.

Quiero resaltar también el carácter polifónico del libro, uno y diverso, que significa, en mi opinión, una vuelta a lo mejor de la tradición socialista, en la cual los debates eran cosa de todos los días (recordemos, por ejemplo, a Karl Marx polemizando con Bruno Bauer, con Pierre-Joseph Proudhon, con Ferdinand Lassalle, con Mikhail Bakunin; a Friedrich Engels con Eugen Dühring; a Karl Kautsky con Eduard Bernstein; a Rosa Luxemburgo con los dos últimos, a Antonio Gramsci con Nikolia Bukharin); tradición de la que tenemos muy buenos ejemplos cubanos: la llamada polémica de los manuales; Alfredo Guevara y su contrapunto en las páginas del periódico Revolución con Blas Roca a...